aeropuerto de zaragoza

Un pasajero ebrio impide despegar a un avión y deja tiradas a 224 personas en Zaragoza  

El hombre averió una puerta de la aeronave al intentar abrirla por la fuerza desde dentro, lo que obligó a intervenir a la Guardia Civil. El vuelo ha tardado más de 28 horas en poder salir hacia Bucarest.

Imagen de archivo de un avión de Wizz Air en el aeropuerto de Zaragoza.
Imagen de archivo de un avión de Wizz Air en el aeropuerto de Zaragoza.
Asier Alcorta/Heraldo

El exceso de alcohol de un ciudadano de origen rumano pero domiciliado en la capital aragonesa parece ser el causante del incidente que este sábado impidió el despegue de un vuelo de Wizz Air con 224 pasajeros del aeropuerto de Zaragoza. Cuando todos los viajeros habían embarcado y la aeronave se encontraba preparada para volar hacia Bucarest, el beodo averió una de las puertas al intentar abrirla por la fuerza.

El incidente obligó a la tripulación a solicitar la intervención de la Guardia Civil, que se encargó de controlar al alborotador y ayudó a desalojar al pasaje. Porque los desperfectos causados por esta persona impidieron finalmente al piloto partir de Garrapinillos.

El vuelo de la compañía de bandera húngara a la capital rumana estaba inicialmente programado a las 9.15 del 30 de septiembre, pero no ha sido hasta las 13.20 de este domingo cuando el avión ha podido despegar del aeropuerto de Zaragoza. Es decir, más de 28 horas después. Y no lo ha hecho con todos los pasajeros que tenían billete, puesto que por razones de seguridad 50 de ellos se quedaron en tierra. Este diario ha intentado contactar con Wizz Air para conocer su versión de lo ocurrido, pero los empleados de la terminal de Garrapinillos indicaron que no estaban autorizados para informar y resultó imposible hablar con un portavoz vía telefónica..

Varios trabajadores del aeropuerto explicaron que los pasajeros del vuelo de Wizz Air a Bucarest se pasaron todo el sábado en la terminal, ya que se intentó arreglar la avería de la puerta y se confiaba en poder despegar. Sin embargo, resultó imposible solucionar el contratiempo y al no poder reubicar a los pasajeros en otros vuelos que partieran de otras ciudades cercanas, en torno a las 23.00 la compañía tuvo que optar por alojarlos en hoteles de Zaragoza.

Según fuentes no oficiales, Wizz Air no tuvo que enviar ningún otro avión a por las personas que se quedaron en tierra, ya que el mismo aparato que debía haber despegado el sábado se encontraba este domingo en condiciones de volar, aunque con las citadas limitaciones de espacio. De ahí que los pasajeros afectados fueran trasladados a primera hora de la mañana a Garrapinillos para salir con destino a Bucarest..

Se desconoce si fue detenido

La Comandancia de la Guardia Civil de Zaragoza ha informado este domingo del incidente e indicado que el comportamiento de un pasajero en estado ebrio obligó a hacer desembarcar al resto. Lo que no pudo confirmar su portavoz es si el causante de la avería llegó a ser detenido y de ser así, cuáles son los cargos que se le imputan.

«Se paró el avión hasta que llegó la Guardia Civil. Al abrir la puerta se quedó bloqueada: ni se podía abrir ni se cerraba. Nos dijeron que teníamos que bajar para arreglarlo», manifestaba una de las afectadas a Aragón TV. La imposibilidad de contactar con Wizz Air impide conocer cuál fue el criterio elegido para determinar qué pasajeros podían volar y qué otros se quedaban en Zaragoza. Porque para algunos el retraso supuso un serio contratiempo. «Tengo a mi hijo en el hospital y mi marido, que es militar, no puede quedarse con él. Si no volamos hoy ya no podríamos hacerlo hasta el martes», se lamentaba otra mujer antes de poder subirse finalmente al avión.

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