Las familias del María Zambrano claman por un colegio "seguro" para sus hijos
Cientos de personas se han manifestado el día que se cumple un mes de la gran tormenta que causó daños en el centro por valor de un millón de euros.
Reconocen las madres y padres del colegio María Zambrano que el pasado 6 de julio la suerte estaba de su lado. Ninguno de sus hijos se encontraba allí cuando la gran tormenta que se desató aquella tarde arrasó con buena parte del centro escolar, causando daños que el Gobierno de Aragón estima que costará 1,1 millones de euros reparar. Pero temen que si vuelve a ocurrir un fenómeno meteorológico similar el desenlace sea muy distinto. Por eso, cientos de personas, según los organizadores, se han manifestado este domingo, cuando se cumple un mes de aquellas lluvias torrenciales que fueron capaces de convertir el Tercer Cinturón en un auténtico río, para exigir a las instituciones que se involucren por la "seguridad" de los alumnos.
Son meridianamente claros. Las familias quieren lanzar un mensaje contundente a los políticos, según han asegurado durante la lectura de un manifiesto: "De las decisiones que tomen dependerá la vida de nuestros hijos". "Vamos a contrastar cualquier informe con el que no estemos de acuerdo, estaremos muy encima de todas las modificaciones que se vayan a realizar en el barranco", han enfatizado. Sobre todo, reivindican, porque "la fuerza de 400 padres es mucho mayor que la de cualquier riada".
Por eso exigen que el Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno de Aragón se pongan a trabajar ya en un plan para trasladar las instalaciones. Son conscientes, según ha explicado Pablo Oriol, uno de los padres organizadores, de que este curso lo tendrán que pasar en el centro, pero piden que se haga en las mejores circunstancias posibles. En primer lugar, recuerda que actualmente el barranco de la Muerte, por donde bajó el agua que acabó anegando parte del barrio, está "peor que antes" por la sedimentación del lodo en los aliviaderos. Urge limpiarlos porque, según apuntó, en estas condiciones podría producirse una inundación similar con la mitad de lluvia.
"Estamos pendientes de los informes, pero los estudios que se hagan con la climatología de hoy estarán obsoletos dentro de veinte años. Están jugando con vidas humanas", lamentó, preocupado, Oriol, que tiene un hijo en el María Zambrano y uno más pequeño que también irá dentro de poco. Asegura que, en su opinión, no debería ser una cuestión económica sino de prioridades, y que la seguridad de los 400 alumnos que forman parte del centro bien debe encabezar ese hipotético listado de preocupaciones.
La manifestación, a la que acudieron madres y padres acompañados de sus hijos, así como abuelos y otros familiares, partió del exterior del CEIP María Zambrano y recorrió las avenidas de la Policía Local y de Tiziano. Los asistentes portaban distintos carteles en los que pedían "un cole seguro" y dudaban de que el muro que está instalando actualmente la DGA, que invertirá en total 1,1 millones de euros en las tareas de reparación, vaya a ser suficiente para proteger las instalaciones.
También se elaborará un nuevo plan de emergencias que contemple una rápida evacuación del colegio en caso de fuertes tormentas pero, según dijo Oriol, las familias temen que tampoco sirva para proteger a unos niños tan pequeños.
