Los ciclistas piden modificar una veintena de puntos de la red bici de Zaragoza para ganar seguridad

Se trata de tramos de escasa visibilidad, con problemas en el asfalto o con cruces peligrosos. El Gobierno central crea una guía con consejos de diseño y el Ayuntamiento ultima una auditoría.

El carril bici de la avenida de Valencia es uno de los que, según los usuarios, se tendría que repensar.
El carril bici de la avenida de Valencia es uno de los que, según los usuarios, se tendría que repensar.
Toni Galán

Los principales colectivos ciclistas de Zaragoza piden modificar una veintena de puntos de la red bici para ganar seguridad. La mayoría corresponden a tramos de escasa visibilidad, mal asfaltados o con giros peligrosos que convendría revisar. Aunque creen que en los últimos años se ha ganado enteros –especialmente tras la aprobación del contrato de mantenimiento adjudicado en 2019 con un presupuesto de 800.000 euros para un total de cuatro años–, consideran necesario "repensar" los trazados más conflictivos para evitar caídas y accidentes.

El propio Consistorio trabaja desde hace meses en una auditoría de la red ciclista para identificar todos aquellos puntos en los que se debe actuar. La actual alcaldesa, Natalia Chueca, aseguró en febrero –entonces en calidad de concejala de Movilidad y Servicios Públicos– que hay "muchos puntos" que "necesitan una revisión o que suponen un riesgo potencial de accidente".

Uno de ellos, señala Javier Tello, portavoz de Zaragoza en Bici, es el carril de la avenida de Valencia, cuyo firme presenta un estado "lamentable", con graves irregularidades que "aumentan el riesgo de caída de los usuarios".

Otro ejemplo es el de Anselmo Clavé, donde se han registrado ya varios accidentes frontales como consecuencia del diseño del trazado. Por lo general, cuenta Tello, cuando un carril discurre a distinto nivel del asfalto, la transición "debe ser suave". "Pero encontramos numerosos ejemplos, como el entorno de la zona Expo, de la estación Delicias o de la calle de Domingo Miral, en los que el cambio es brusco. Suavizarlo reduciría el riesgo para los usuarios, especialmente para los que se mueven en patinete eléctrico", dice.

Para Arturo Sancho, de Pedalea, las mejoras deberían aplicarse tanto a carriles ‘históricos’ como el de San Juan de la Peña –muy estrecho– como a otros de reciente creación como el de Pedro III El Grande. "Al hacerse sobre el asfalto ya existente y quitar únicamente una de las bandas de aparcamientos se mantienen los socavones e imperfecciones que había. No es nada cómodo", expone.

Cree, por ello, que de cara a los próximos años la malla ciclista no solo debería completarse, sino que debería "repensarse" para corregir sus carencias y fallos de diseño. Para Zaragoza en Bici, los carriles unidireccionales que discurren pegados a la mediana deberían tomar ejemplo del de San Juan Bosco. "Todo el ancho debería estar asfaltado, ya que en otros, como el de Violante de Hungría, el vierteaguas ocupa un tercio del carril, lo que obliga a circular más cerca del lado derecho, junto al tráfico de vehículos pesados", expone su portavoz.

Mención aparte merecen los cruces peligrosos, con problemas de visibilidad en puntos como la calle de la Corona de Aragón con Pilar Lorengar o "sin una señalización clara" como ocurre en camino de las Torres con la plaza de Albert Schweitzer.

También urge actuar, según las asociaciones del sector, en Casablanca o la zona de la plaza de San Francisco, donde el nuevo desvío no convence a los ciclistas. Según dicen, son problemas "de sobra conocidos" de los que se han quejado "decenas de veces", sin que por el momento se les haya encontrado solución.

Coherente, cómoda y directa

Con el objetivo de unificar criterios en toda España, el Ministerio de Transportes ha creado una guía de recomendaciones para el diseño de las infraestructuras ciclistas. El propio documento dice que no busca ofrecer soluciones únicas, sino un catálogo de propuestas adecuadas "con el mayor nivel de seguridad posible".

Según estipula, la red ciclista debe ser coherente, inclusiva, directa, cómoda, identificable y sostenible. Ha de tenerse en cuenta, además, que los usuarios no constituyen un grupo homogéneo.

De acuerdo con la guía, el espacio necesario para construir un carril bici debe obtenerse siempre mediante la reducción del dedicado al vehículo privado.

Entre otros consejos, recomienda preferentemente carriles bici "protegidos y separados de los vehículos de motor por elementos de balizamiento". También pide prestar especial atención a intersecciones y cruces, donde "se concentran la mayoría de los accidentes", y evitar que peatones y ciclistas compartan espacio.

Para los que van en un único sentido se aconseja un ancho mínimo de dos metros y uno recomendable de 2,40, mientras que para los bidireccionales se establece una franja de 2,20 a 2,60.

Zaragoza contaba ya con su propio plan director de la bicicleta, una ‘biblia’ que, según las asociaciones ciclistas, se había quedado «obsoleta» ante la irrupción de nuevos actores como los vehículos de movilidad personal, de ahí que muchos agradezcan esta actualización a nivel estatal y pidan que se tome como ejemplo de cara a la construcción de futuros carriles.

La nueva guía del Ministerio incide también en la importancia de evitar pavimentos irregulares o "llenos de baches", ya que, como recuerda, uno en mal estado "puede provocar caídas o comprometer la seguridad de los usuarios".

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