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Torrero, el barrio de Zaragoza que una vez recordó a los canales de Venecia

El Centro Cívico acaba de cumplir su 25 aniversario y durante todo el año se organizan actividades en homenaje a esta fecha.

El Canal Imperial, que en sus primeros años fue navegable, a la altura del Puente de América, en 1922.
El Canal Imperial, que en sus primeros años fue navegable, a la altura del Puente de América, en 1922.
Gran Archivo de Zaragoza Antigua

Una vez, hace muchos años, Torrero fue, para la clase burguesa, la Venecia de Zaragoza. A principios del siglo XX el Canal Imperial de Aragón, una de las mayores obras civiles de todos los tiempos, era navegable. Los miembros de la burguesía, los más acomodados, eran quienes podían disfrutar de agradables paseos en barco y la zona se empezó a conocer como Puerto Venecia porque a aquellos zaragozanos la experiencia les hacía trasladarse a la ciudad italiana.

Esta es una de las curiosidades de la historia de este barrio de Zaragoza, situado en la parte sur de la ciudad, sobre un montículo que hace que algunas de sus calles sean de las más altas. La construcción del Canal, a finales del XVIII, marcó un antes y un después para Torrero, empezando por el límite territorial que supuso. A partir de entonces, las casas empezaron a desplegarse desde el final del actual paseo de Cuellar, en el puente de América, hacia los Pinares de Venecia.

La bajada del Canal del año pasado, una reivindicación vecinal de hace 40 años.
La bajada del Canal del año pasado, una reivindicación vecinal de hace 40 años.
Toni Galán

No menos importante fue la construcción del cementerio, en 1834, que llevó hasta Torrero a más población. Hasta entonces, quienes vivían allí se dedicaban a la agricultura en los campos cercanos, junto a la huerta zaragozana. Después, otros encontrarían una forma de ganarse el jornal haciendo labores en el camposanto, y también en las canteras de yeso que se establecieron en la zona. Actualmente, el recuerdo de aquella época de esplendor económico está presente en el barrio en forma de plaza, la de Las Canteras.

Ya entrado el siglo XX, en las primeras décadas, Torrero vivió sus años dorados. Se construyó la cárcel provincial (1928), que durante la Guerra Civil fue escenario de fusilamientos. Con el Franquismo, mucha población del medio rural emigró a Zaragoza y buena parte de estos nuevos habitantes se asentaron en este barrio, que pasó de tener 1.200 viviendas a 12.000 en 30 años. A propósito de este boom, surgió el barrio anexo de La Paz y, más recientemente, Parque Venecia que, junto a Torrero forman parte del mismo distrito.

25 aniversario del Centro Cívico

Torrero es uno de los barrios de Zaragoza con más sentimiento de pertenencia y donde el asociacionismo es abundante, en proporción con su población. También hay mucho pequeño comercio, que resiste pese a lo complicado de mantener la puerta abierta en los tiempos que corren. Reivindicaciones no faltan, como los últimos movimientos en contra de la operación de tapado de alcorques de árboles con cemento, u otras históricas, como la que comenzó hace 40 años echando embarcaciones al Canal para pedir que esté limpio, bien conservado, incluso navegable y, sobre todo, accesible para el ocio ciudadano con la construcción de un parque lineal que nunca llega.

Uno de los servicios que este año está de celebración es el Centro Cívico, que se abrió hace 25 años. En las instalaciones, ubicadas en el número 3 de la calle Monzón, hay atención de servicios sociales, biblioteca, servicio de infancia, de juventud y de mayores. Además, las asociaciones encuentran allí un lugar donde reunirse o celebrar actos. Por este motivo, se trata de un centro con muchos usos y muy solicitado. Presta servicio a los vecinos de todo el distrito y durante todo este año, las actividades que en él se organizan van a ser un homenaje a su 25 aniversario.

Este programa especial se inauguró hace unas semanas, con Luis Rabanaque, actor de Oregón Televisión, vecino de Torrero y usuario del centro cívico, como presentador. Durante una semana, del 18 al 26 de febrero, en la Sala Venecia, donde se ubicaba el antiguo cine y que actualmente es el salón de actos del centro cívico, se sucedieron propuestas de danza, música, teatro infantil, flamenco y teatro musical. “Todas ellas tuvieron muy buena acogida y, en algunas, incluso se agotaron las invitaciones”, explica Ana Artal. Es la directora del centro desde 2008, tiempo durante el cual ha podido comprobar la importancia de esta institución para el barrio y, al mismo tiempo, la implicación de los vecinos.

En cuanto a las próximas propuestas culturales que se van a ofrecer, se está preparando ‘Entre letras’, un conjunto de talleres y tertulias literarias que se ofrecerá a escolares hasta mayo. Por otro lado, el centro acogerá estas semanas dos de los conciertos del programa ‘En femenino’, que se ofrece en varios centros cívicos de Zaragoza.

 

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