El parricida de La Almozara sigue grave tras la paliza: "No se le podía reconocer la cara"
Héctor López Ferrer, de 41 años, continúa en la uci del Hospital Clínico de Zaragoza.
El parricida de La Almozara, Héctor López Ferrer, de 41 años, sigue ingresado en la uci del Hospital Clínico de Zaragoza después de las graves lesiones que sufrió por una paliza que le propinó uno de sus compañeros de celda de la prisión de Zuera en la madrugada el pasado viernes, según confirmaron este sábado fuentes del Gobierno de Aragón. Precisaron que se encuentra estable dentro de la gravedad.
La víctima, que fue la primera persona en Zaragoza en recibir el pasado mes de enero una sentencia de prisión permanente revisable por asesinar a su padre e intentar matar a su madre, sufrió un "traumatismo encefálico". "Tiene los ojos reventados y la mandíbula destrozada. No se le podía reconocer la cara", describió un funcionario.
La paliza se la propinó su compañero de celda, identificado como Daru Dimitrasu Surubaru, que está cumpliendo una condena de tres años por un delito de lesiones y violencia de género a su pareja. El agresor, que tiene alrededor de 30 años, les explicó a los funcionarios que consiguieron reducirlo que le había agredido porque "creía que Héctor estaba armado con una navaja".
