sucesos en zaragoza
Una colilla pudo causar el fuego que costó la vida a un anciano en un piso de Zaragoza
Las pesquisas por el incendio en el edificio Los Arcos siguen abiertas, pero todo apunta a una muerte accidental
El intenso olor a humo que todavía se percibía este miércoles nada más entrar al portal del edificio Los Arcos, ubicado en los números 23-25 de la avenida de Cesáreo Alierta de Zaragoza, recordaba el drama vivido la noche anterior, cuando un incendio declarado sobre las 21.00 se cobraba la vida de uno de los vecinos de la sexta planta. En concreto, la de Mariano C., de 89 años, uno de los residentes en este enorme y céntrico inmueble de casi 150 viviendas y numerosas oficinas.
Cuando los Bomberos de Zaragoza accedieron al domicilio donde se había producido el fuego comprobaron que sobre la cama del dormitorio principal yacía el cadáver de su único ocupante. Ello obligó a informar al Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía, que ha abierto una investigación para aclarar tanto las causas del fuego como las de la muerte del anciano.
Y aunque todavía no se conocen las conclusiones oficiales, fuentes próximas al caso señalan que todo apunta a una muerte accidental. De hecho, la principal hipótesis es que la colilla de un cigarrillo provocara las llamas. Agentes de la Policía Científica tenían previsto inspeccionar la vivienda para localizar el foco del incendio.
La víctima del incendio vivía sola, pero, según explicaron algunos vecinos, recibía "habitualmente" visitas de su familia. Estas personas confirmaron también que el fallecido fumaba bastante: "Una cajetilla o más al día", explicaban, al tiempo que lamentaban profundamente el fatal desenlace.
El cuerpo sin vida del nonagenario fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Aragón, donde se le practicó la autopsia que determinará cual fue la causa del fallecimiento. El fuego no afectó a ninguna otra persona o vivienda del edificio Los Arcos. De hecho, los Bomberos no consideraron necesario practicar tampoco ningún desalojo.
Hasta el lugar del siniestro acudieron los bomberos de la capital aragonesa con una ambulancia, una unidad mando y comunicaciones, una bomba urbana ligera y una autoescala automática de 30 metros, que utilizaron para alcanzar el piso afectado a través de la fachada del inmueble.
