El Ayuntamiento de Farlete está alertando a los vecinos del municipio para que extremen la precaución, ya que en las últimas jornadas se han registrado al menos dos intentos de robo a plena luz del día y en naves situadas cerca del casco urbano que no llegaron a perpetrarse porque los amigos de lo ajeno fueron sorprendidos por algún habitante. El alcalde, Héctor Azara, asegura que los vecinos de esta localidad de Los Monegros, en la que a diario residen unas 230 personas, están "muy asustados". Además de poner en conocimiento de la Guardia Civil lo que está ocurriendo, va a solicitar a la Delegación de Gobierno la instalación de cámaras de videovigilancia.

El primer incidente se produjo el pasado 26 de octubre por la tarde. "Un vecino vio un coche extraño junto a una nave, que sabía que no era de nadie del pueblo, y cuando se acercó sorprendió a dos hombres que estaban cargando herramientas. Al increparles y preguntarles qué hacían lo dejaron todo y se fueron", relató Azara. Después comprobaron que lo que intentaban meter en el maletero era un grupo electrógeno, una radial y herramienta pequeña. El hombre que los descubrió hizo una foto al vehículo, un Alfa Romeo de color gris, antes de acercarse, ya que le resultó sospechoso desde el primer momento.

Lo que ha hecho saltar las alarmas, comentó el regidor, es que el pasado miércoles al mediodía vieron al mismo automóvil merodear por otras naves del municipio. "En esta ocasión se encontraron con gente y se fueron, pero como todos estaban ya alertados de lo que había ocurrido se dieron cuenta de que a continuación se encaminaban a otra de las naves que hay en la misma zona", comentó.

Lo más "preocupante" para el alcalde es que hayan vuelto tan seguido después del primer "encontronazo" y que intenten actuar "a plena luz del día, cuando se pueden encontrar dentro de un almacén a alguien trabajando".

El jueves por la mañana, solo un día después, sufrieron un nuevo "susto". "Dos hombres que iban en un todoterreno, no era el mismo vehículo, pararon dentro del pueblo para preguntarle a una persona mayor de unos 80 años la hora. Sin bajar del coche comenzaron a hablar con él y decirle si no tenía nada para ellos. Una vecina que lo vio salió a comprobar qué estaba pasando y se marcharon".

"Necesitamos seguridad"

El alcalde ha puesto en conocimiento de la Guardia Civil lo que está ocurriendo. Hace un tiempo sufrieron una oleada de robos en viviendas de segunda residencia, pero el modus operandi era muy distinto, ya que los cacos aprovechaban la salida temporal de sus inquilinos para acceder por las noches a las casas.

"Tenemos una comarca muy extensa y, aunque estas situaciones son difíciles de evitar necesitamos más agentes, es una larga reivindicación", subrayó Azara, que aunque está satisfecho con la respuesta de la Guardia Civil cuando les han llamado, lamenta que "faltan recursos".

Como solución, va a solicitar a la Delegación de Gobierno la instalación de cámaras de videovigilancia en el marco del plan que se puso en marcha a finales de 2019 para que pudieran contar con estos dispositivos aquellos municipios en los que no hay Policía.