Vecinos desalojados por el incendio de Ateca: "Solo deseo que esto termine ya"

Hasta 200 habitantes de las localidades afectadas por el incendio en Ateca se han refugiado en
Calatayud.

Ya son más de 2.000 las personas desalojadas por el fuego en la comarca y que han pasado la noche lejos de sus casas.
Ya son más de 2.000 las personas desalojadas por el fuego en la comarca y que han pasado la noche lejos de sus casas.
Oliver Duch

Son ya las 8.30, la hora del desayuno, pero hay algún rezagado que todavía no se ha levantado de la cama. La noche ha sido dura, una de esas que no se olvidan -y no ha sido precisamente por el calor infernal de estos días-, lo que no ha ayudado a pegar ojo en todo el crepúsculo. A las 23.00 de este martes, decenas de personas llegaban al recinto ferial de Calatayud, fletadas por dos autobuses, y con un futuro lleno de dudas por delante. Vecinos de las localidades de Moros, Villalengua, Alhama de Aragón, Bubierca y Castejón de las Armas eran desalojados de sus viviendas ante el avance del devastador incendio de Ateca, que comenzó este lunes y los efectivos han sido incapaces de domar por el momento. Algunos de ellos recalaron en el recinto ferial bilbilitano, habilitado desde la tarde del martes para dar cobijo a casi 200 personas.

"¿Ha llegado ya el fuego a Alhama?". Esa fue una de las preguntas que más se escuchaban a primera hora en la mañana de este miércoles en el polideportivo. Los vecinos estaban preocupados, aunque la tranquilidad llegó al confirmar en los medios de comunicación que las llamas no habían alcanzado el núcleo poblacional y las casas no corrían peligro. "Aquí estamos muy bien atendidos, pero solo deseo que esto termine ya y pueda volver a casa", explicó ayer Juani Gil, de Torrejón de Ardoz (Madrid). Ella se encontraba en el balneario de Alhama de Aragón con sus amigas, cuando en cuestión de pocos minutos todos tuvieron que abandonar el lugar. Habían sido avisados previamente, pero no se podían creer que eso estuviera pasando. "Yo pude hacerme la maleta, pero mis amigas no cogieron nada, y ahora no sabemos cuándo van a poder ir a recoger las cosas", se lamentó la torrejonera. El desenlace fue feliz, ya que el Ayuntamiento de Calatayud, en colaboración con la Guardia Civil, fletó dos autobuses de vuelta al balneario para que todas aquellas personas que habían dejado sus cosas pudieran recuperarlas, con el límite de un vecino por habitación. "Tenemos el billete de vuelta el viernes, pero lo vamos a cambiar para poder irnos ya a casa", detalló Gil.

De entre los 180 desalojados que se encontraban este miércoles en el recinto ferial de Calatayud, una gran mayoría de ellos provenían de Alhama de Aragón, como fue el caso de Mercedes Poveda y su marido, Abel Vaca. "Estábamos en casa cuando de repente sonaron las sirenas y apareció la Policía diciendo que debíamos desalojar", relató el matrimonio. Los recogió un autobús y, en un abrir y cerrar de ojos, habían dejado atrás su hogar, sin saber cuándo podrían volver y si todo lo que allí dejaron seguiría intacto. "No hemos podido pegar ojo en toda la noche, hemos dormido como hemos podido", indicó Poveda.

Hasta 250 camas

Los vecinos desalojados se sintieron "muy bien atendidos" por el personal de Cruz Roja. El recinto ferial de Calatayud se dividió en dos partes. Por un lado, hasta 250 camas se repartieron a lo largo del complejo. Todas ellas estaban nuevas, e incluso algunos durmieron con el plástico todavía puesto por encima de la funda de la almohada. Todo este dispositivo se montó rápidamente en la tarde de este martes martes, cuando el Ayuntamiento bilbilitano recibió el aviso de que varias localidades de la comarca iban a ser desalojadas. Asimismo, el pabellón deportivo de la localidad acogió a un grupo de 30 niños de un centro de menores de Ateca.

Muchos voluntarios se volcaron con los habitantes desalojados. La situación en el momento del desalojo fue dura, ya que muchas personas estaban "tensas y nerviosas". El personal de la Cruz Roja atendió a los vecinos y lograron calmarlos para que todos pudieran conciliar el sueño. Asimismo, la asociación duplicó su personal, pasando de 20 a 40 voluntarios en las últimas horas, gracias al apoyo de las asambleas de Zaragoza y Teruel.

El pabellón del recinto recibió una gran cantidad de alimentos y bebidas para que, una vez amaneciera, estuviera todo listo para la hora del desayuno. Los vecinos recargaron las pilas con magdalenas, varias frutas, zumos de naranja, batidos de chocolate... Después de la primera comida del día, los ánimos cambiaron e incluso algunos niños sacaron una pelota de fútbol para pasar el rato de forma más amena.

A mitad de la mañana, el teniente de alcalde de Urbanismo del Consistorio bilbilitano, José Manuel Gimeno, actualizó a todos los habitantes desalojados la situación de los fuegos. "Los núcleos poblacionales se encuentran fuera de riesgo, así que hago un llamamiento a la tranquilidad", expresó Gimeno. Además, el Ayuntamiento de Calatayud aseguró que, ante la posibilidad de que se desalojen más localidades, tiene a su disposición recursos para acoger a más vecinos. "Tenemos un albergue municipal con capacidad para 30 personas y además podríamos meter más camas en el recinto ferial. Haremos todo lo que esté en nuestra mano para ayudar", indicó este miércoles el alcalde de la localidad, José Manuel Aranda.

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