La Policía vuelve a detener a un clan familiar de Juslibol por tráfico de heroína

Los detenidos vivían a todo trapo y se les ha incautado drogas, armas y 54.000 euros en efectivo.

Comisaría del Actur en Zaragoza
Comisaría del Actur en Zaragoza
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La Policía Nacional arrestó el pasado miércoles a nueve personas, pertenecientes todas a un mismo clan familiar de Juslibol, por su presunta implicación en un delito de tráfico de drogas. Una de ellas, una mujer embarazada, quedó en libertad ese mismo día tras prestar declaración. También había un menor. El resto de detenidos -cuatro hombres y tres mujeres- permanecían este jueves por la noche en la comisaría del Actur, donde fueron interrogados por los agentes.

Siete de los nueve detenidos han pasado a disposición del Juzgado de instrucción de guardia este viernes por la mañana, asistidos todos ellos por la abogada Claudia Melguizo.

La intervención policial se llevó a cabo en la tarde del miércoles, pero la investigación comenzó hace meses. De hecho, los agentes llevaban tiempo vigilando a supuestos compradores que adquirían la droga en una vivienda que la familia Jiménez Jiménez tiene en el barrio zaragozano. El inmueble y dependencias aledañas fueron registrados por los agentes del caso, ayudados por la Unidad de Guías Caninos y funcionarios de la Unidad de Prevención y Reacción, en previsión de altercados y dadas las fuertes medidas de seguridad que adoptan.

Se intervinieron 226 gramos de heroína, 54.000 euros en efectivo, armas de fuego y blancas, joyas y diversos utiles para la distribución y venta de sustancias estupefacientes

Al parecer, los funcionarios encontraron unos 54.000 euros, propiedad de dos de los sospechosos, así como unos 226 gramos de heroína, una pequeña cantidad de marihuana, cocaína, un revólver, dos escopetas, un basón de estoque, diversas joyas de oro, 5 armas blancas, una pistola de balines, tres básuclas de precisión y otros objetos utilizados para la distribución de drogas. También se localizó un ciclomotor que figuraba como sustraido. 

Además en la zona común a las tres viviendas se encontraron unas 20 jaulas individualizadas con gallos en su interior. Al tener sospecha de que pudieran tratarse de animales de pelea y que por lo tanto pudiera estar cometiéndose un delito de maltrato animal, se solicitaron los servicios de la Unidad Verde del Ayuntamiento de Zaragoza para verificarlo.

A la policía le llamó la atención el elevado nivel de vida de los detenicos, en sus casdas contaban con televisores de alta gama, joyas de oro, tablets y teléfonos de última generación.

Parte de este clan ya fue juzgado en 2015 por una operación relacionada con el tráfico de un kilo de heroína que uno de los jefes de la familia había adquirido en la Cañada Real en Madrid. En esa ocasión, David Jiménez (y otros dos acusados vecinos de Madrid) reconoció los hechos y aceptó una condena de tres años y medio de cárcel y el pago de 20.000 euros de multa.

Sin embargo, el resto de familiares, alguno detenido ahora de nuevo, no admitió ningún hecho y justificó la tenencia de dinero con las ganancias obtenidas con el negocio compra de cañas y luego venden a una empresa para hacer instrumentos musicales.

Así se expresó Dolores M., que indicó que su marido, David Jiménez, era cazador y se dedicaba a la cría galgos. Así justificaba una conversación pinchada por la policía en la que hablaba de haber comprado una "perrica muy suave", y que los agentes relacionaron con la heroína.

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