El cazador ilegal fue "cazado" in fraganti. Agentes de la Policía de Zaragoza detectaron el pasado viernes en la ribera del Ebro a un hombre que capturaba jilgueros sin licencia por el método prohibido de la liga. Así, llevaba un jilguero en una red, carecía de autorización para cazar y además estaba utilizando artes prohibidas  (pegamento). Por todo ello, se le formularon dos denuncias. El ave se entregó en el Centro de Recuperación de fauna Silvestre de la Alfranca.

La caza ilegal con liga consiste en usar pegamentos con los que se impregnan unas varitas de esparto y se colocan en las ramas de los árboles donde se posan los pájaros, atraidos por el reclamo de sonidos o pájaros enjaulados. Según fuentes de organizaciones de ornitología, entre un 20 y un 40% de las aves capturadas por este método son especies protegidas, como petirrojos o mosquiteros. Las mismas fuentes calculan que, como mínimo, cada año se capturan por este método entre 100.000 y 200.000  aves protegidas.

La caza de aves protegidas está recogida en el Código Penal como delito relativo a la protección de la flora y la fauna. Los autores se enfrentan a penas de prisión que van de seis meses a dos años o a multas de ocho a veinticuatro meses y, en todo caso, se exponen a la inhabilitación especial para profesión u oficio e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de cazar o pescar por un tiempo que oscila de dos a cuatro años.

Los jilgueros pertenecen a la familia de aves fringílidos, pájaros parseriformes conocidos por su canto, y ese es el motivo por el que son apreciados en la caza ilegal. Es decir, son aves cantoras.

Pesca sin licencia en el Canal Imperial

También la pesca sin licencia es objeto de sanción. El pasado 10 de agosto,  agentes de la Policía de Zaragoza procedieron al decomiso de una caña de pescar en el Canal Imperial. En el momento de la denuncia, llevaba dos peces de unos 30 centímetros dentro de una bolsa.