El parque Delicias es una de las zonas más populares del distrito más poblado de la capital aragonesa. La llegada del buen tiempo y las ganas de socializar tras las semanas de confinamiento han hecho que sus usos aumenten durante el proceso de desescalada y también ahora.

La presencia de más usuarios se traduce también, según quienes frecuentan la zona, en más basura y desperdicios en sus jardines. También son frecuentes las noches de botellón, que hacen que el parque amanezca en muchas ocasiones repleto de latas y botellas de cristal. De hecho, el consistorio zaragozano reconoce que en esta zona verde de 93.000 metros cuadrados se ha detectado que esta práctica es frecuente y por ello “se intensifica la limpieza”.

Por este motivo, desde el Ayuntamiento de Zaragoza insisten en que es “fundamental” apelar a la responsabilidad de los ciudadanos para evitar conductas incívicas, especialmente en tiempos de pandemia. “La responsabilidad de mantener limpia la ciudad debería ser todavía mayor porque además las tareas de limpieza requieren ahora desinfección de espacios”, explican.

Con todo, algunos usuarios creen que el aspecto que presenta el parque no es el más adecuado. Este año está habiendo muchos botellones prácticamente todos los días. Incluso entre semana”, comenta un vecino. “Los chavales están aburridos y se juntan en la entrada principal del parque, pero no hay que criminalizarlos”, añade.

No obstante, lo cierto es que paseando por la zona es fácil encontrar restos de las juergas nocturnas e incluso enseres como colchones, a pesar de que el consistorio pone a disposición de los ciudadanos un servicio de recogida de muebles y enseres gratuito a través del 010.

Por otra parte, ahora que llevar mascarilla es obligatorio cuando no se pueda respetar la distancia social, desde el Ayuntamiento inciden en la importancia de “desecharlas adecuadamente” no solo porque ensucian, sino porque constituyen un elemento de riesgo. “Siempre a la papelera”, recuerdan.

Aunque a veces, en este parque, resulta complicado encontrar papeleras o contenedores que no estén llenos a rebosar. “Si a los jóvenes se les llama la atención se puede razonar con ellos, pero la respuesta muchas veces es: ‘Las papeleras están llenas, ¿dónde queréis que tiremos la basura?”, comenta este vecino, al que también le preocupan las pintadas que hay en la zona. “No han borrado ni una ni media en 20 años. Hay una dejadez increíble con este parque”, considera.

“El otro día en las canchas sí que había personal limpiando, aunque vemos mucho jardinero pero poca limpieza”, comenta otra usuaria que acude a diario al parque con su perro.

Desde la Asociación de Vecinos Manuel Viola reconocen no haber recibido quejas de particulares al respecto del parque Delicias, aunque consideran que “la limpieza siempre se puede mejorar”. “Hay que adaptarla a los usos. Si ahora el parque se usa más y las papeleras se llenan antes, a lo mejor hay que tratarlas adecuadamente”, explican desde el colectivo.

Además, la entidad explica que muchos de los problemas que sufre el parque tienen que ver con la alta densidad de población con la que cuenta el barrio. “Hay pocos espacios verdes y de relación en Delicias, y más en estas circunstancias en las que se utilizan más de lo que se utilizaban anteriormente”, señalan. Por último, recuerdan que el parque acoge a usuarios de todo tipo, y que en un mismo espacio conviven mayores, jóvenes, niños, deportistas y mascotas.