tribunales 

Un zaragozano que hizo ocho ‘simpas’ en el taxi evita in extremis la prisión

El acusado, para el que pedían 3 años de cárcel por estafa, acepta una pena de siete meses y pagará los mil euros que debe en plazos mensuales.

La Federación Profesional del Taxi de Madrid reúne a 1.200 socios.
El acusado hizo los ocho viajes entre mayo y junio de 2017.
José Miguel Marco

No abonar la carrera del taxi puede parecer un asunto menor, pero a un zaragozano los ‘simpas’ han estado a punto de llevarle una larga temporada al centro penitenciario de Zuera. De hecho, J. A. M. tuvo que comprometerse este martes a abonar los 1.087 euros que adeuda a un taxista por ocho carreras para no enfrentarse a un juicio en el que le pedían hasta tres años de prisión por un delito continuado de estafa. Y no solo eso, ya que el acusado tuvo que aceptar una pena de siete meses de cárcel –que en principio no tendrá que cumplir, porque le han concedido la suspensión extraordinaria– y deberá pagar también las costas de la acusación particular.

Los hechos que llevaron al banquillo a este hombre se produjeron entre los meses de mayo y junio de 2017, cuando contrató los servicios de un taxista de Zaragoza para hacer hasta ocho viajes. Tres de las carreras tuvieron como origen y destino la propia capital aragonesa, por lo que el importe no superó en ningún caso los 23 euros. Sin embargo, el resto de salidas fueron a la localidad turolense de Aliaga, un recorrido de 145 kilómetros y casi dos horas de viaje por el que el encausado debería haber abonado cinco recibos de 141,65 euros.

Cuando declaró por esta causa en sede judicial, el investigado se justificó diciendo que tenía previsto abonar las carreras del taxi «como había hecho en otras ocasiones», pero no pudo hacerlo porque no le pagaron a él la venta de unas participaciones en un negocio de hostelería y se quedó sin recursos. De hecho, explicó que se había estado desplazando a Aliaga porque estaba cerrando allí la venta de un hotel.

Había alternativas más baratas

Para intentar demostrar que no se trataba de un simple impago sino de una estafa continuada, la acusación particular, a cargo del letrado Marco Antonio Navarro, puso de manifiesto que el encausado contrató los servicios de su cliente consciente de que no iba a pagar, «cuando había alternativas para viajar mucho más baratas». Es más, recordó que el denunciado envió un mensaje de Whatsapp al taxista asegurándole que había abonado los viajes de junio de 2017, lo que no era cierto.

La defensa, a cargo de la letrada Celia Gil, insistió ayer en que la voluntad del acusado fue siempre la de pagar los viajes que hizo en taxi. De hecho, consiguió cerrar un acuerdo de conformidad tanto con la Fiscalía –que pedía una pena de 9 meses de prisión– como con la acusación particular que evitó que el acusado vaya a prisión. Además, pactó con las acusaciones que el pago de las cantidades que se adeudan se abonará en mensualidades de 135 euros.

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