comarca de valdejalón

Un quijote contra la basura en el medio ambiente

José Alfredo Polo recorre los parajes de Épila para recoger los residuos que los afean. Lleva ya 940 bolsas llenas y se ha encontrado desde neveras hasta puertas de coche.

Imagen IMG_0118
José Alfredo Polo, durante una de sus salidas para retirar desperdicios en el término de Épila.
Macipe

Cajas de plástico, juguetes, un frigorífico, un colchón hinchable, restos de comida, ropa, zapatillas, un ventilador roto, utensilios de cocina, maderas, tarros de cristal, pilas, un paquete de pañales de adulto sin usar… Estos son algunos de los residuos que se ha encontrado José Alfredo Polo, vecino de Épila, en una de sus últimas salidas para recoger basura en el entorno de la localidad; en esta ocasión en una zona del paraje de Cabezo Puitiños, situado a unos dos kilómetros del casco urbano.

En los últimos meses, estas iniciativas impulsadas por amantes de la naturaleza han sido reiteradas en diversos lugares. En el caso de José Alfredo comenzó hace dos años y hasta el momento ya lleva recogidas más de 940 bolsas de residuos. "En la zona de Cabezo Puitiños he recogido tres sacos y me quedarán otros tres y pedir que me ayuden con la nevera que he encontrado", reconoce Polo, mientras llena hasta los topes la última bolsa que le queda. "Es una problemática general", asume con resignación.

Fue exactamente un domingo de 2017 cuando José Alfredo decidió ponerse manos a la obra y luchar en la medida de sus posibilidades. "Fui con mi hija al río, porque queríamos disfrutar de la naturaleza, pero cuando llegamos al lugar le dije que nos íbamos por toda la basura que nos encontramos. Había colchones, bidones, envases de plástico y suciedad de todo tipo", recuerda.

Entre las cosas más peculiares que se ha encontrado, además de televisores de varios tamaños, hay un tobogán, cerca del cauce del Jalón, o la puerta trasera de un coche. Aunque algunas veces aprovecha la salida para pasear a sus perros, eventualmente Alfredo lo hace a lomos de su moto y con guantes y pinzas en mano. "Soy consciente de que hay que protegerse para coger algunas cosas porque son peligrosas. Me he llegado a encontrar medicamentos o jeringuillas", indica.

También ha tenido que recoger los restos generados en una noche de fiesta, con más de veinte botellas de cerveza y mesas de campin. "Son cosas que están a la vista de todos y nadie dice nada", se lamenta. Para llegar a la zona del Cabezo Puitiños hay que pasar junto a varios contenedores y Alfredo reconoce que "cuesta más llevarlo hasta esa zona que depositarlo en ellos". Además reconoce que le han amenazado, insultado y "zarandeado" por poner de manifiesto la desagradable situación.

A él no le importa y guarda fotos de todas sus recogidas y las difunde en su blog. "Lo hago por concienciar y para evitar esta situación", subraya mientras se echa el saco a la espalda.

"Solo he tenido el respaldo de la Asociación de Vecinos y de algunos particulares, pero no del Ayuntamiento", reconoce. Así asegura que su labor no es "acaparar protagonismo" sino que lo hace por ayudar y por ser fiel a sus principios. Ademas, indica con orgullo que hace poco el colegio Gaspar Remiro organizó una andada ecológica en la que los pequeños fueron a un paraje natural y "recogieron un montón de basura y residuos".

Por ello, José Alfredo Polo se muestra optimista y asegura que ve "un punto de luz" y que "la cosa empieza a cambiar".

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión