Barrios de Zaragoza

El centro cívico de Hispanidad, un paso más cerca tras definir sus necesidades

Los vecinos de la zona de Zaragoza participaron el pasado sábado en una jornada en la que aportaron ideas y sugerencias para las instalaciones del futuro equipamiento.

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Más de 120 personas acudieron a la jornada para definir las necesidades del futuro centro cívico.
Plataforma pro Centro Cívico

Más de un centenar de vecinos de la zona de Hispanidad de Zaragoza se reunieron el pasado sábado para definir las necesidades del futuro centro cívico y debatir el diseño de sus instalaciones. Un proceso participativo que llega después de once años de reivindicaciones y que, sin duda, significa un gran avance para todo aquellos colectivos que luchan por su construcción.

Áreas polivalentes e intergeneracionales, zonas verdes exteriores en las que poder realizar actividades físicas, huertos educativos y salas de nuevas tecnologías son algunos de los espacios que no pueden faltar en el nuevo centro cívico, según las aportaciones realizadas por los vecinos.

En el acto intervino la consejera de Participación y presidenta de la Junta de Distrito de Oliver-Valdefierro, Elena Giner, además de otros técnicos municipales.

Los asistentes debían apuntarse a una de las cinco comisiones determinadas por el Ayuntamiento de Zaragoza (Juventud, Mayores, Biblioteca, Centros Cívicos e Infancia) para debatir de qué servicios deben disponer y cómo han de relacionarse unas y otras áreas. La comisión de Juventud considera que el centro cívico debe contar con una sala polivalente, una de música y otra dinámica. Además, creen que es necesario contar con un aula de cocina y con espacios deportivos en el exterior, así como de un huerto educativo que pueda ser utilizado por todos los usuarios del centro. Por último, valoran “muy positivamente” que se conciba como un espacio generacional y que muchas de las instalaciones vayan a ser compartidas.

Para la comisión de Mayores, los espacios interiores más deseables son la sala de nuevas tecnologías, el salón de actos y una zona para poder practicar actividades físicas, todo ello accesible y adaptado a personas con movilidad reducida. En el exterior demandan aparatos de gimnasia y una pista de petanca, así como que la cafetería del centro sirva comidas o pueda emplearse como comedor con el fin de fomentar la socialización.

La comisión de Infancia insiste en la necesidad de contar con nuevos servicios para la infancia, ya que “los que hay están muy alejados de esta zona y todos ellos se encuentran saturados”. Para ellos, la ludoteca y el centro de tiempo libre deben contar con iluminación natural, una acústica adecuada y aseos específicos integrados. “Si uno ve las estadísticas de población podría pensar que los servicios de infancia no son necesarios, pero la realidad social es otra”, apunta Antonio Lascorz, presidente de la Asociación Vecinal de Hispanidad y miembro de la Comisión Pro Centro Cívico, de la que también forman parte la Asociación de Vecinos La Floresta y la Asociación de Vecinos María Guerrero de La Bozada. Lascorz señala que hay más niños escolarizados de los que recogen las estadísticas, que los horarios escolares están cambiando, hay muchas familias con hijos únicos y hay niños que pasan mucho tiempo solos por la dificultad de sus padres de conciliar la vida laboral y familiar. Todo ello puede hacer que los más pequeños no socialicen de la manera más adecuada, según el presidente del colectivo vecinal. “Ahora es muy fácil encerrarse en casa. No pretendemos que el Ayuntamiento asuma esa responsabilidad, pero sí que nos ayude un poco”, explica.

Por su parte, los integrantes de la comisión de Bibliotecas apuestan por destinar para ella y la sala de estudio una superficie de 300 metros cuadrados. Además, quieren que sea un motor de actividades, albergue exposiciones y se convierta en un punto de apoyo para los centros escolares del entorno.

Por último, la comisión de Centros Cívicos demanda que tanto la construcción como el uso del edificio sean sostenibles, que cuente con un teatro y un cine de verano, que disponga de un rocódromo y que se configure a lo largo de dos plantas.

Un centro “de salud social” para el barrio

Según Lascorz, los participantes de la jornada del sábado salieron del encuentro con un buen sabor de boca. “No encontramos ninguna crítica y el ambiente fue de satisfacción”, apunta.

Además, en principio el aforo máximo iba a ser de 120 personas, aunque finalmente superaron la cifra de asistentes y tuvieron que habilitar otras salas del centro cívico Delicias para que cupieran todos. Esta no es la primera vez que los vecinos acuden en masa a los llamamientos de la Comisión Pro Centro Cívico, ya que en enero, durante la presentación del equipamiento, hubo quienes tuvieron que quedarse fuera por la falta de espacio.

Los impulsores del proyecto del centro cívico, cuyos avances están ahora condicionados por los presupuestos y las elecciones, entienden sus instalaciones como “el centro de salud social” del barrio. Es decir, como un lugar en el que vencer a la soledad y tejer nuevas redes. “Cuando un barrio carece de estos espacios asociativos se pierde una calidad de vida social impresionante”, aseguran.

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