El objetivo es recuperar el esplendor de la obra neoclásica que en el siglo XIX ideara Ricardo Magdalena, la fachada trasera del Teatro Principal de Zaragoza, sin tocar desde una restauración en el año 87. La que da al Coso data de los años 40 y es obra de los hermanos Borobio. Se trata de la cara norte del edificio, lo que supone mayor exposición a humedades, que, en un plazo de unos tres meses, según cálculos del arquitecto municipal Ricardo Usón, se corregirá, pintará y rehabilitará hasta que recupere su blanco roto original (ahora la pintura está suelta en muchos puntos) y la belleza de sus rosetones. La obra cuesta 48.333 euros, de los cuales 10.000 son aportados por Ibercaja. Además de factores puramente estéticos, Fernando Rivarés, consejero de Cultura y Economía, subrayó ayer en una presentación del comienzo de la obra a los medios, el valor "simbólico" de este proyecto, porque el Principal es "un edificio señero, hay que demostrar que se defiende el patrimonio". La limpieza, que pretende asimismo dar otro aire a la céntrica plaza de José Sinués, ha ido precedida de una serie de catas y viene a completar otras mejoras en el teatro, como la renovación de las butacas de patio y del anfiteatro y de parte de la caja escénica. Quedarán por hacer la instalación del ascensor (pendiente de la aprobación de los presupuestos) y la tecnificación de la tramoya, que se acometerá previsiblemente en verano, puesto que no puede haber programación en ese momento. En la fachada, los andamios están ya en construcción y se espera que no haya problemas de convivencia con la descarga del material de las compañías y la entrada y salida de los artistas, que se hace por la plaza de José Sinués.