La degradación de Cogullada, un polígono en el corazón de la margen izquierda

El Ayuntamiento encargará a la Universidad la regeneración de este espacio industrial en plena ciudad

La porquería se ha adueñado de las naves y solares abandonados.
La porquería se ha adueñado de las naves y solares abandonados.
Toni Galán

El Ayuntamiento de Zaragoza sigue dándole vueltas al futuro del polígono de Cogullada, ese enorme espacio industrial en el corazón de la margen izquierda que acumula un acentuado proceso de degradación. Dos años después de empezar a plantear un posible cambio de usos, Urbanismo ha elaborado un informe de regeneración para el polígono industrial. No obstante, también va a firmar un convenio con la Universidad de Zaragoza para que sea la Escuela de Ingeniería y Arquitectura (EINA) la que defina el proyecto, lo que podría alargar el proceso.

De hecho, el gobierno municipal no descarta que la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que tiene que recoger los nuevos usos, quede ya para la próxima corporación. Sea como fuere, quiere dejar el trabajo hecho y, sobre todo, quiere reunir el consenso de todos los grupos políticos.

Hace más de dos años que el Ayuntamiento quiere permitir que las viejas naves de Cogullada admitan actividades diferentes a las habituales, como oficinas, comercios o servicios que tengan un valor añadido. El grupo municipal del PP ya pidió en 2012 estudiar nuevos usos en polígonos industriales, y durante la presente corporación también solicitó la creación de un grupo de trabajo que se ha reunido varias veces, y que eligió Cogullada para hacer una especie de prueba piloto.

Al estar enclavado en medio de la malla urbana, este no es un polígono industrial más. De hecho, ese cambio de usos se está produciendo de facto de una manera alocada y desordenada, con la entrada de iglesias de confesiones minoritarias, gimnasios, salas de música, concesionarios, supermercados...

El Ayuntamiento descarta un pelotazo urbanístico que incluya la construcción de viviendas –pese a estar entre La Jota, el Arrabal, el Barrio Jesús y el Picarral– pero sí se abre a hacer de Cogullada un lugar más atractivo con usos que vayan más allá de los industriales.

El procedimiento está siendo algo lento. De momento, el Ayuntamiento ha cerrado un estudio sobre la regeneración del polígono, pero ha acabado derivando a la Universidad de Zaragoza su desarrollo. Sus conclusiones podrían estar en dos o tres meses.

En su informe, el área de Urbanismo admite lo que es una obviedad para cualquiera que trabaje o que pase por Cogullada: "El polígono está inmerso en una espiral de degradación". Se enumeran algunos de los problemas de los que los empresarios llevan años alertando, como una urbanización tremendamente deteriorada, bordillos hechos polvo por el paso constante de los camiones, tendidos eléctricos y telefónicos sin soterrar, solares abandonados y viejas fábricas vacías en estado de ruina, que en algunas ocasiones incluso han sido ocupadas y usadas para actividades ilegales.

Según este documento, espacios industriales como Cogullada "son menos aptos para las actividades industriales convencionales", tanto por las molestias que causan a los vecinos como por lo obsoleto de su diseño, ya que las parcelas, las dotaciones y las comunicaciones no son, en general, las que exigen las factorías actuales.

No obstante, frente a los nuevos polígonos (Plaza, PTR...), mejor preparados, Cogullada cuenta con el punto fuerte de su ubicación, en plena ciudad consolidada. Eso le hace ser más apto "para un nuevo tipo de actividades productivas", con volúmenes edificados "más concentrados", el uso de "tecnologías avanzadas" y una "mezcla de usos".

Una renovación "realista"

Eso sí, el informe de Urbanismo pide que esa renovación de actividades sea "realista". Aunque podría ser un lugar ideal para crear un gran área especializada en actividades de alto valor añadido y con el uso de herramientas de tecnología avanzada, se advierte de que estos deseos pueden tener "mucho de utópico". "Sería irresponsable volver a caer en el error de suponer que la mera promoción de un polígono industrial, acompañada de buenas intenciones políticas, fuera a implicar la industrialización de un municipio", advierte.

Así, el informe apuesta por una mezcla de usos, que lleve a Cogullada actividades "poco contaminantes", más comerciales y de oficinas que industriales, con mayor peso de la investigación e innovación y de las nuevas empresas. En resumen, una normativa "flexible" que permita acomodar la transformación de Cogullada a la demanda. Una idea es que el coche eléctrico tenga algo que decir en el polígono, aunque habrá que esperar para saberlo.

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