Jaraba sorprende a más de 2.500 visitantes este año con su naturaleza y sus pinturas rupestres

La localidad zaragozana de Jaraba sorprende a los visitantes con propuestas vinculadas a la naturaleza y el deporte, como su red de senderos, los paisajes de las hoces del río Mesa o sus pinturas rupestres. Más de 2.500 personas han disfrutado ya este año de los encantos de un municipio conocido también por sus balnearios de aguas termales.

En declaraciones, la técnico de Turismo de Jaraba, Pilar Farjas, ha destacado el repunte en el número de personas que han sido atendidas este año en las oficinas de turismo de la localidad, indicando que el pasado año fueron 2.456 en total y en este 2018 "ya se superan las 2.500" y aún queda "un mes de gran actividad".

Muchas de las personas que acuden a informarse a la oficina de turismo están alojadas en los balnearios o casas rurales de la población y preguntan sobre todo "por el entorno natural, las hoces del río Mesa y qué se puede hacer para conocerlas".

Jaraba cuenta con numerosos tramos de senderos bien señalizados, la mayor parte de ellos aptos para toda la familia, y entre sus atractivos destacan las pinturas rupestres y el mirador de los buitres de Calmarza. No obstante, "muchos visitantes van directamente a esos espacios porque están muy bien señalizados y es fácil seguirlos", ha recalcado.

Jaraba está rodeada de un "entorno natural de paisajes kársticos, con paredes de cien metros de altura y una gran riqueza ornitológica, con buitres leonados, águilas", ha mencionado, para detallar que el perfil del visitante responde tanto a personas mayores que acuden a los balnearios como jóvenes que llegan los fines de semana y puentes a practicar senderismo "o personas que vienen a pasar el día viendo las hoces del río Mesa y su entorno".

Asimismo, el municipio dispone de un museo permanente con juguetes recortables de papel, "el segundo de Europa" y que, desde el pasado mes de marzo, ha recibido a 643 personas en su exposición.

Pinturas rupestres y naturalezas

Las pinturas rupestres fueron localizadas en septiembre de 2009 en el Barranco de la Hoz Seca por un vecino del municipio. Se encontraban en perfecto estado de conservación y el conjunto representa a dos figuras humanas y dos ciervos.

Las figuras son un hombre marchando a la derecha, que porta un arco sin cuerda y flechas en su mano y mide unos 30 centímetros, y una mujer de 22 centímetros con un niño a su espalda. Las figuras son de estilo levantino y de color negro y, según indicaron los expertos al ser descubiertas, podrían tener hasta 7.000 años de antigüedad.

Se pueden conocer en un recorrido por el barranco de la Hoz Seca que lleva hasta las pinturas rupestres de Roca Benedí, un sendero de tres kilómetros de longitud que ofrece al visitante la posibilidad de adentrarse en el patrimonio cultural, etnográfico y natural del municipio.

En el camino se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de Jaraba y en el paisaje aparecen corrales, apriscos ganaderos y antiguas caleras recuperadas que fueron utilizadas antaño por los vecinos. Las pinturas rupestres son las obras de arte levantino que están situadas más al oeste de toda la Península Ibérica y se encuentran en la roca Benedí, junto al barranco. La ruta, una de las muchas que se pueden realizar en este entorno natural, termina en un espectacular salto de agua en Calmarza.