Ribera defiende la seguridad técnica y legal de la presa de Yesa

Los informes del Tribunal de Cuentas pusieron de relieve que el coste de la misma se ha triplicado con respecto a las cantidades previstas inicialmente.

Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica, en una imagen de archivo.
Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica.
Efe

"El recrecimiento de Yesa cuenta con garantías legales y técnicas en cuanto a seguridad". Así lo indicó este miércoles en el Congreso la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que se comprometió a mejorar el diálogo institucional, la participación social en la toma de decisiones, a reforzar los criterios técnicos con expertos de solvencia y a buscar fórmulas que permitan reforzar la seguridad, si se estima conveniente.

Ribera se estrenó en el Congreso con el recrecimiento de Yesa, una obra "particularmente conflictiva". Dos eran las cuestiones que el diputado de Unidos Podemos por Zaragoza, Pedro Arrojo, puso en cuestión. De un lado, el informe del Tribunal de Cuentas que censuró el sobrecoste de una infraestructura hidráulica que se licitó en el año 2000 por 120 millones y se elevaba en 2017 a 253,5 millones de euros. Pero el coste, aún siendo "muy grave", es lo de menos si se compara con "el riesgo que supone para las personas por los graves problemas geotécnicos que afectan a la zona donde se asienta la presa y su recrecimiento", denunció Arrojo.

La ministra recordó que se trata de una obra con más de 20 años y muchos vaivenes, que "ha suscitado preocupación en el entorno y está casi terminada". Aunque en el tema de la seguridad "hay versiones diferentes", destacó la importancia de Yesa e Itoiz en la última crecida del Ebro, pues se logró reducir en unos 600 metros cúbicos el caudal del Ebro. A los retrasos y sobrecostes, "todos ellos ciertos y no deseados", quiso sumar el "coste personal" de las familias que fueron desalojadas de dos urbanizaciones cuando surgió el problema del deslizamiento de las laderas.

A pesar de ello, según los informes aportados por la Dirección General de Aguas, la infraestructura es segura y cuenta con 400 puntos de control, 70 de observación y 24 en los que se vigilan los movimientos, que aportan una información que es interpretada por expertos.

Los informes avalan, por tanto, que las obras son "seguras y estables" desde 2014, si bien la ministra aseguró que comprende las "consecuencias personales" y las opiniones expresadas desde Yesa, Sangüesa y el Parlamento navarro.

Arrojo instó a Ribera a centrarse en cómo se debería actuar en la presa recrecida pues hay "recomendaciones verbales" que aconsejan no llenarla al máximo porque aumentaría el riesgo. El diputado de Unidos Podemos por Zaragoza volvió a solicitar un "estudio sobre los riesgos geotécnicos y las estrategias de gestión de la presa", que deberían hacer "expertos independientes de prestigio" con la confianza de todos los implicados.

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