Generali recibe un quinto paquete sospechoso y analizan el explosivo hallado en dos anteriores

La Policía espera que el laboratorio de Madrid averigüe el tipo de material para saber si es una acción anarquista. La última carta llegó a una oficina de la aseguradora italiana en Duquesa de Villahermosa.

Los trabajadores de la oficina de Las Delicias donde ayer se recibió el último paquete tuvieron que cerrar a la una de la tarde.
Los trabajadores de la oficina de Las Delicias donde ayer se recibió el último paquete tuvieron que cerrar a la una de la tarde.
José Miguel Marco

La Jefatura Superior de Policía en Aragón confirmó ayer que dos de los cuatro paquetes que el pasado lunes fueron enviados tanto a la sede que la Cámara de Comercio de Italia tiene en Zaragoza como a tres oficinas de la compañía italiana Generali Seguros contenían "algo" de explosivo y cierta cantidad de pequeñas tuercas a modo de metralla. Los investigadores confían ahora en que el laboratorio central de Madrid determine de qué material se trata para poder acotar la autoría de esta preocupante oleada de envíos.

Pero este martes se recibió un quinto correo. Llegó sobre las 12.45 a la agencia que la aseguradora tiene en el número 139 de la avenida de Duquesa Villahermosa. Los empleados avisaron de inmediato a la Policía, que movilizó de nuevo al equipo de desactivación de explosivos (Tedax). Tras comprobar que dicho paquete solo contenía lo que parecía ser arcilla, los especialistas se lo llevaron para analizar.

Al igual que los cuatro envíos anteriores, este último también fue entregado en mano por una empleada de correos. Y como el resto, el paquete llevaba una nota manuscrita en castellano que decía: "Deja sobre la mesa, sal a la calle y avisa Policía". Rápidamente, siguiendo el protocolo establecido, dos coches patrulla cortaron la calle desde Vía Univérsitas hasta la calle Duquesa de Villahermosa; agentes de la unidad de Seguridad Ciudadana acordonaron la zona y se dio aviso a los Tedax, que acudieron con un perro especialista en detección de explosivos.

Tras lo ocurrido el lunes, los trabajadores de esta oficina de Generali en Las Delicias estaban advertidos y sabían cómo tenían que actuar. "Nos hemos puesto en contacto con toda nuestra red de oficinas en España, así como con nuestros 1.800 agentes para explicarles qué tienen que hacer si reciben una carta sospechosa", explicaba el portavoz oficial de la compañía, Javier Lasheras. "De momento –añadía–, la única ciudad donde hemos tenido problemas es en Zaragoza".

Ninguna reivindicación

La Policía recogió restos de los dos paquetes que tuvieron que ser detonados de forma controlada el lunes para enviarlos al laboratorio de la Comisaría General de la Policía Científica de Madrid, siguiendo el protocolo de actuación que se estableció tras los atentados cometidos en la capital de España el 11 de marzo de 2004. Desde esa fecha se decidió que cualquier artefacto explosivo usado en un acto que pudiera ser terrorista debía ser analizado en un único laboratorio.

Respecto a la autoría de estos envíos, la Policía insiste en que todas las hipótesis siguen abiertas, desde un cliente o empleado resentido a la ya apuntada de un grupo anarquista. En cualquier caso, desde la Jefatura aseguran que nadie ha reivindicado aún estas acciones, que recuerdan a otras atribuidas a grupos anarquistas italianos en la capital aragonesa que acabaron sin detenciones.

Entre otras, cabe recordar la carta bomba recibida el 8 de junio de 1999 en el Consulado de Italia de Zaragoza, así como las tres misivas con explosivos localizadas en abril de 2004 en la estafeta de Correos de la estación de El Portillo y dirigidas a periodistas.

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