Toda la plantilla de Pirotecnia Zaragozana se incorpora hoy tras el ERE por la explosión

Los empresarios y los trabajadores asistieron a una misa en recuerdo de los 6 fallecidos hace dos años.

Directivos de la empresa, en la primera fila, y los trabajadores, ayer en la iglesia de San Felipe.
Toda la plantilla de Pirotecnia Zaragozana se incorpora hoy tras el ERE por la explosión
A. Navarro

Toda la plantilla de la empresa Pirotecnia Zaragozana trabajará hoy al completo después de que concluyan los dos años del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que solicitaron por la explosión sufrida el 31 de agosto de 2015, en la que murieron seis personas y otras seis resultaron heridas de distinta consideración. Así lo reconoció ayer el director general operativo Bruno Houllier, antes de asistir a una misa celebrada en la iglesia de San Felipe, con los trabajadores, en recuerdo de los compañeros fallecidos hace dos años. La compañía decidió suspender su actividad para que los empleados acudieran a la ceremonia.

"Organizamos una misa para recordar este momento trágico y a los fallecidos, con las familias y los trabajadores", explicó el ejecutivo francés de la empresa, a las puertas de la iglesia.

Houllier señaló además que la recuperación completa de la plantilla supone incorporar a una veintena de empleados de los 30 que tenían cuando se produjo el accidente. Todos tenían la posibilidad de volver, pero entre los que optaron por jubilarse y los que no han querido regresar se ha reducido. Solo cinco de ellos podían estar trabajando todo el año en una fábrica de Mazere (Francia), cerca de Toulouse, y otro grupo se incorporó esta temporada en mayo para quemar fuegos artificiales hasta octubre.

Centro logístico desde mayo

La gran explosión que tuvo lugar hace dos años destrozó los más de 60 edificios levantados en la fábrica de Pirotecnia Zaragozana. Después de que se realizaran varios informes periciales para el Juzgado de Instrucción 10 de Zaragoza para determinar el origen de la deflagración, la empresa decidió la reconstrucción de las instalaciones de Garrapinillos, pero como un centro logístico. Al final, se inauguraron las instalaciones el pasado mayo con 13 edificios (dos almacenes, un muelle, dos oficinas y ocho casetas para montaje de los fuegos) con unas medidas de seguridad bastante más estrictas que antes, al aplicar tanto las francesas como las españolas.

"Hay mucha seguridad en Garrapinillos, que es muy diferente de la que había antes. Se usa una mezcla de la normativa francesa y española. De ellas elegimos las que son más restrictivas", detalló Houllier. "Con cada material que se utiliza en la producción aplicamos la norma más dura. Por ejemplo, para las distancias con los productos más peligrosos es más estricta la normativa española y, sin embargo, para los que entrañan menos riesgo, la francesa es casi el doble de exigente", explicó el director operativo de Pirotecnia Zaragozana.

Al aplicar en la empresa de Garrapinillos esta normativa más restrictiva se redujeron los edificios y se ampliaron las distancias. "Por esta razón necesitamos ahora unos terrenos más grandes para la fábrica", agregó, en relación con la futura ubicación en el antiguo polígono industrial de Belchite a partir de 2019.

Entre los trabajadores que asistieron a la celebración religiosa se percibió una solidaridad con las familias de los fallecidos. "Son compañeros con los que he trabajado toda una vida y que perdimos ese día", señaló Lorenzo Alcañiz, un empleado histórico de la Pirotecnia Zaragozana que pertenece al comité de empresa.

La recuperación de toda la plantilla y la perspectiva de la nueva fábrica en Belchite se tratarán en una próxima reunión entre el comité de empresa y los empresarios. El plan empresarial prevé la puesta en marcha a finales de este año, después de firmar la compraventa del terreno en Belchite, y poder empezar en 2019 a fabricar fuegos artificiales con la esperanza de llegar a duplicar la producción de 2015.

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