"Estoy contento porque a pesar de todo puedo contarlo"

"Me voy recuperando poco a poco. Y estoy contento porque, a pesar de todo lo ocurrido, puedo contarlo". Uno de los dos albañiles heridos en el derrumbe de una casa en la que trabajaban en Nuévalos, J. C. R., de 49 años, evoluciona favorablemente de sus lesiones y ayer por la mañana fue trasladado del Clínico al centro hospitalario de la MAZ, en Zaragoza.

Acompañado por su mujer, su hija y su hermana, y arropado por familiares y amigos, va mejorando de las contusiones y golpes sufridos tras permanecer junto a su compañero casi tres horas atrapado entre los escombros de un edificio de dos plantas en el que realizaban obras para reforzar su estructura, propiedad del alcalde de Nuévalos, Manuel Peiró.

Ambos trabajadores estuvieron conscientes durante todo el tiempo y vivieron momentos de "angustia" mientras esperaban a que el equipo de rescate pudiese retirar los restos del inmueble. "Lo recuerda todo, aunque fue tan doloroso que no quiere hablar de ello, como también nos pasa a nosotros", relata su esposa, visiblemente afectada y todavía nerviosa por lo sucedido.

A última hora de la mañana una ambulancia lo llevó hasta la MAZ, donde le realizaron distintas pruebas médicas antes de que ingresara en planta. "Va mejorando pero sigue con dolores", dijeron sus allegados, quienes explicaron también que tiene magulladuras por distintas partes del cuerpo y el brazo izquierdo roto.

Sus familiares reconocieron ayer que están viviendo unos días muy complicados desde que conocieron la noticia del desplome de la vivienda por la radio. Entonces, según dijo su hermana, llamó a su móvil –que daba tono– y empezó a buscar información hasta que la Guardia Civil le dio todos los detalles.

Fuentes del Salud del Gobierno de Aragón informaron de que el otro herido, M. R. M., de 42 años, continúa grave con pronóstico reservado en la unidad de cuidados intensivos (uci) del hospital Clínico Lozano Blesa.