Miguel García: "Se necesita una ley que beneficie a las empresas del medio rural"

Bombero de profesión y alcalde, ¿también por vocación?

Alcalde se es para intentar mejorar la calidad de vida de tu pueblo. Es una decisión personal o vocacional más que política.

¿Dónde ha tenido que apagar más fuegos?

Indudablemente en el Ayuntamiento. Daroca es una población de gente muy mayor. Como en todas, hay problemas entre vecinos, el urbanismo da bastantes quebraderos de cabeza...

Daroca tiene historia, patrimonio… ¿cuántos turistas recibe anualmente?

En 2010 tuvimos 9.000 visitantes y este 2016, hemos tenido 24.000. Por las tres oficinas de turismo de la comarca, en Daroca, Gallocanta y Anento, han pasado 44.000 personas este año, una cifra que está muy bien. En 2016 se ha doblado casi el turismo respecto a 2015 y solo en Daroca tuvimos 9.000 visitas guiadas.

¿Cuál es el perfil del visitante?

El 32% procede de Aragón, sobre todo de Zaragoza; el 20% de Madrid, otro 20% de Valencia... El problema es que es un visitante de paso, que pocas veces se queda.

¿Es el turismo uno de sus principales ejes de actuación?

Sí. El turismo patrimonial y cultural, con toda la programación del festival de música antigua, el mercado medieval, el festival de cine y el de poesía… Aunque también el eje agroalimentario, con la industria de la pasta y sus derivados.

¿Qué tiene Daroca?

Tenemos alrededor de 200.000 metros cuadrados de patrimonio de casco histórico y cuatro kilómetros de recinto amurallado. Es uno de los conjuntos artísticos más importantes de Aragón y de los mejores conservados, pero eso no se refleja en ningún sitio: ni en los presupuestos autonómicos ni en los estatales. Somos los habitantes que más patrimonio cultural tenemos por metro cuadrado.

¿Afectó mucho que Daroca se quedara sin salida en la autovía?

El problema es que se perdió otra batalla porque Daroca ni tuvo autovía ni compensaciones para planes de rehabilitación especiales, fomento a las infraestructuras o planes de dinamización turística…

¿Tiene muchos condicionantes ser bien de interés cultural?

Condiciona mucho. Sientes orgullo de ser un conjunto artístico, pero conservarlo y obligar a guardar una serie de directrices que encarecen cualquier arreglo, en un contexto de crisis y sin tener ayudas, es complicado.

¿Cuál es su plan para la muralla?

Ahora se va a actuar en los accesos al castillo. Tenemos un plan director redactado, pero lo que necesita es apoyo económico de las instituciones, tanto estatal como autonómica. En Aragón se tiende a decir que el Gobierno de España centraliza, pero es que aquí también centralizan mucho en Zaragoza. Tienen una doble vara de medir. La DGA tiene el compromiso de la vertebración territorial.

Pidieron ayuda a la DGA para la rehabilitación de viviendas, ¿les han contestado?

No. Queremos pertenecer a los planes de ayudas a la regeneración y reurbanización urbana (ARRU). A los municipios de menos de 8.000 habitantes se nos excluye, pero debería introducirse en la norma los municipios que tengan algún tipo de catalogación.

¿Y qué hay de la hospedería del colegio de Escolapios?

Solo está el proyecto, pero totalmente parado. Se hizo en 2006, cuando se cedió al Gobierno de Aragón. Todos los partidos lo han firmado, pero ahora toca hacerlo.

Campo de Daroca es una de las zonas más despobladas y el 40% de los vecinos se concentran en la cabecera. ¿Cómo les afecta?

De los 5.500 habitantes de la comarca concentramos unos 2.100 vecinos. Y eso supone sufragar muchos de esos gastos, sin embargo el dinero nos llega en base a los empadronamientos.

Pidió una reunión con la DGA para hablar del plan de choque contra la despoblación, ¿qué les dijeron?

No nos contestaron. Del tema de la despoblación se habla mucho, pero no se hace nada.

¿Y qué se puede hacer?

No es fácil, pero una manera de asentar población es poner incentivos fiscales a las empresas con trabajadores de la zona. En 1142, Daroca tuvo un fuero o derecho de libertades para repoblar el municipio: ofrecían vivienda y libertad, cuando esto era lo más preciado, a quien venía. Si ahora lo único que mantiene la población es el empleo, habrá que primarlo. Y eso se hace facilitando a las empresas el gasto más importante que tienen, el de personal. Se necesita una ley que beneficie a las empresas que se fijen en el medio rural.

Los recortes en la línea de autobús con Zaragoza fueron otro duro golpe para la zona, ¿se puede hablar de rentabilidad cuando hay en juego tantas cuestiones?

Cuanta menos población haya, más caros saldrán los servicios. Es la pescadilla que se muerde la cola. Pero la solución no es subvencionar los servicios, sino intentar que haya población para que se garanticen. Y para eso se necesita empleo y el apoyo a las empresas.

¿Debería haber planes específicos contra la despoblación?

Sí, sin duda. El problema es que en este tema, la DGA ni está ni se le espera. Aquí tenemos 35 municipios, el mayor, Daroca, tiene 2.200 vecinos, y hay 100 kilómetros de punta a punta. Este problema que ahora afecta a todos, Daroca lo lleva sufriendo desde hace años. Cuando abrió Opel, aquí cada semana desfilaba una familia.

¿En qué proyectos trabajan?

Estamos poniendo al día el municipio con la creación de aparcamientos, la revisión del plan urbanístico, haciendo accesibles los edificios y dándole un impulso a la educación ambiental. Nuestros proyectos estrella serían conseguir un acceso para un jardín histórico que hay junto al paseo de la Constitución y el arreglo de la plaza de la Colegial. Nos gustaría hacerla lo más parecida posible a la original. Pero es difícil acometer grandes proyectos cuando el 90% del presupuesto se va para gasto corriente.