La línea de autobús de Villamayor será la primera de España donde se deje llevar bici

El Consorcio de Transportes lanzará la experiencia piloto esta primavera con la idea de extenderlo a toda la red. Los viajeros no deberán pagar un suplemento.

Las soluciones técnicas, a examen. El Consorcio de Transportes instalará un sistema de anclaje distinto en los dos autobuses que cubren la ruta de Villamayor con el fin de comprobar cuál es el más práctico de los que viene utilizando Renfe en sus cercanías y regionales –en las imágenes–. Tanto en el caso de la fijación horizontal como la vertical, se  montarán asientos abatibles para que los viajeros puedan usarlos cuando no ocupen el espacio las bicis.
La línea de autobús de Villamayor será la primera de España donde se deje llevar bici
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La línea de autobús interurbano de Villamayor de Gállego será la primera en España en la que cualquier persona pueda subirse con su bicicleta. Será a partir de la próxima primavera y servirá como experiencia piloto para su implantación en todas la red metropolitana de Zaragoza. El objetivo del Consorcio de Transportes es muy claro: incentivar el uso de la bici para que un mayor número de personas apuesten por hacer parte de sus trayectos en autobús, conjugando así la intermodalidad y la movilidad sostenible.

Para hacerlo posible, los dos autocares que cubren el recorrido entre Zaragoza y Villamayor deberán adaptarse para permitir que un máximo de dos bicis se puedan anclar en su interior. Como se trata de una prueba, cada uno de los vehículos tendrá un sistema distinto de retención, uno horizontal y otro vertical, con el fin de probar cuál es el más práctico. En los dos casos, los usuarios deberán entrar por la puerta trasera, enganchar las bicis y validar después sus billetes. La tarifa, a diferencia de los trenes regionales, será la misma a la de cualquier viajero.

La mayor diferencia respecto a la actualidad es que se deberá generar un mayor espacio en la plataforma central de los autobuses. En el caso del anclaje horizontal, habrá que suprimir entre dos y cuatro asientos y en el vertical, dos. No obstante, se instalarán otros plegables para que los viajeros puedan sentarse cuando no haya ciclistas.

De forma orientativa, las directrices metropolitanas de movilidad recogen un coste estimativo de 10.000 euros, aunque se está a la espera de recibir el presupuesto real de adaptación de los dos autocares.

Otras experiencias en España

El gerente del Consorcio de Transportes, Juan Ortiz, explicó a este diario que se ha elegido la línea de Villamayor por su alta tasa de utilización y por el mero hecho de poder montar y probar al mismo tiempo los dos tipos de anclajes disponibles en el mercado. Ortiz señaló que no han encontrado ninguna experiencia similar, ya que en la actualidad solo se pueden subir bicicletas al interior de los trenes de Cercanías y Media Distancia. "Es la opción que genera más garantías y comodidad, además de permitir un acceso ágil y rápido", argumentó.

En el documento de las directrices se recogen pruebas piloto de otras ciudades, como son las de Bilbao, San Sebastián, Málaga, Murcia y Oviedo. En el caso de la capital vizcaína, el Ayuntamiento presentó un bus que incorpora un portabicicletas y un sistema de cámaras con visión perimetral de 360 grados.

Esta opción se descartó en el Consorcio de Transportes tras hacer una consulta al Ministerio ante las dudas que les generaba la instalación de burras. "Con el reglamento de homologación de vehículos, no son compatibles", añadió.

El fin de la experiencia piloto es comprobar la viabilidad de la integración de los dos modos de transporte y la convivencia entre los usuarios. Los más de 200.000 viajeros anuales que tiene la línea de Villamayor serán los que comprueben la "gran potencialidad" que tiene combinar el autobús y la bicicleta en el entorno metropolitano.

En este sentido, Juan Ortiz explicó que las líneas metropolitanas no dan cobertura a las urbanizaciones ni pueden cubrir toda la extensión de los municipios, por lo que la bicicleta es un complemento perfecto para enlazar con las paradas de los autobuses. E igualmente es un medio eficaz y rápido para llegar al destino final en Zaragoza gracias a la red de carriles exclusivos. "No está el hábito creado, pero hay que fomentar su uso", planteó.

El gerente del consorcio aseguró que si la experiencia funciona "y los usuarios no se quejan", estará en condiciones de generalizar la implantación de las bicis en toda la red metropolitana. Eso sí, habrá que esperar a que caduquen las actuales concesiones, a finales de año, y se ponga en marcha la reordenación anunciada por la Consejería de Vertebración, que se demorará hasta el final de la legislatura.

La medida forma parte de las directrices aprobadas por el Consorcio a finales del año pasado y que incluye un paquete de acciones para la promoción del uso de la bicicleta. Entre ellas, la creación de una red de aparcamientos seguros "en los puntos de referencia y en paradas de cada municipio, así como en los lugares susceptibles de atracción de bicicletas".

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