Primeras cornetas y últimos redobles

La Asociación Cultural Terceroles y la cofradía de La Columna celebraron ayer un multitudinario preludio de la Semana Santa en el Auditorio.

El acto se celebró ayer por la tarde en la sala Multiusos del Auditorio de Zaragoza.
Primeras cornetas y últimos redobles
Aránzazu Navarro

La cuenta atrás para la Semana Santa ya está en marcha y, por lo que pudo verse ayer en la sala Multiusos, los cofrades están con muchas ganas.Las cornetas y los tambores retumbaron ayer en un Auditorio impregnado de incienso, en el que se dio el pistoletazo de salida a una –cada año más– madrugadora Cuaresma cultural.

Dos celebraciones fundieron ayer en una sola fiesta entre matracas, carracas y la luz de los primeros cirios de Pascua. Por un lado, la Asociación Cultural Terceroles invitó a cientos de fieles a su preludio de Semana Santa, que ayer fue especialmente emotivo dado que con el espectáculo brindado se puso fin a una tradición que alcanza su XV aniversario. El llamado ‘Dominum Nostrum’ o acto de apertura de los sentidos a la Semana Santa se celebró por última vez y volvió a deslumbrar a los presentes con sus ingenios audiovisuales y sonoros.

Por otro lado, una de las protagonistas de la Pasión de 2017 será la cofradía del Señor Atado a la Columna, cuya sección instrumental celebra su 50 aniversario. Se recordó cómo en abril de 1968 salieron a la calle por primera vez 16 tambores y 4 timbales, pero ayer fueron casi 400 los que brindaron todo tipo de redobles: desde marchas de inspiración militar hasta toques del Bajo Aragón pasando por su popular ‘Escocesa’.

La peana del Cristo

A los capirotes rojos de La Columna se sumaron también imágenes de los orígenes de la cofradía que desde 1966 tiene su sede en la iglesia de Santiago y, de forma inesperada, entre los congregados surgió la peana del Cristo de la Flagelación, sobre un manto de flores, llevada a hombros por ocho porteadores. Se trata de la talla en madera policromada con la que se fundó la hermandad en 1804 y que está datada a finales del siglo XVI.

Entre el sonido de campanas de las Esclavas o la presencia de las heráldicas del Silencio, fue avanzando el acto, en el que también participó la coral de la escolanía de San Antonio de Padua. Además, una vez acabó el espectáculo, los muchos cofrades que celebraban su reencuentro casi doce meses después pudieron disfrutar en la Multiusos de la música de la All Blues Band, que se encargó de animar la postrera fiesta.

Los responsables de la Asociación Cultural Terceroles pusieron así el broche de oro a la historia de los ‘Dominum’ y recordaron que cuando surgió su transgresora y heterodoxa propuesta, allá por 2003, apenas existían tertulias, ciclos, presentaciones o exposiciones en Cuaresma. Su gran mérito estos quince años ha sido combinar todo tipo de medios artísticos (desde ‘performances’ con los pasos hasta el uso de luces láser) e innovar en la puesta en escena como si del ‘show’ cofrade de la Superbowl se tratara. Además, han colaborado sin reparos con todas las cofradías y hermandades, por lo que representantes de unas y otras quisieron ayer mostrar su reconocimiento y transmitir su cariño en esta despedida. Por su parte, los responsables de La Columna instaron a los presentes a celebrar los 50 años de sus instrumentos en la calle: en su procesión titular de Jueves Santo, en la del traslado del Domingo de Ramos o en la noche mágica de martes cuando La Columna saluda al paso de la Verónica en las puertas de la iglesia de Santiago.

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