¿Qué es el 'pole' y quién lo practica en Zaragoza?

Desde el mes de junio, una escuela especializada en sus disciplinas existe en la ciudad. La acrobacia en barra vertical es un elemento fijo en los entrenamientos.

Raquel García abrió la primera academia de Zaragoza especializada en esta disciplina
¿Qué es el 'pole' y quién lo practica en Zaragoza?
LA INDUSTRIA

Promocionar el ‘pole dance’ y el ‘pole sport’ en la capital aragonesa es la meta que se propuso alcanzar Raquel García el año pasado. Para ello, abrió en junio una escuela especializada en ambas disciplinas, que se basan en la combinación de gimnasia y acrobacia en una barra vertical de unos cuatro metros de altura. Esta zaragozana afirma que tal fenómeno de entrenamiento y práctica deportiva empezó a conocerse en Zaragoza hace aproximadamente dos años y medio; sin embargo, “al principio, muchos lo asociaban directamente a una barra americana y un estriptis, cuando esta vinculación es errónea”.


Antes de descubrirlo, la deportista que ahora imparte clases y entrena a unas 45 personas de forma regular, era profesional del diseño gráfico. Aunque practicó gimnasia durante su infancia, nunca pensó en dedicarse a este ámbito. “Conocí este deporte hace cinco años en internet, probé a acudir a una clase en Madrid y me encantó”, reconoce. Allí decidió comenzar a formarse y viajó a Tarragona para continuar haciéndolo con la idea en el horizonte de emprender y ser pionera en su tierra.


El ‘pole’ se convirtió en su pasión y se fue superando hasta participar en competiciones nacionales e internacionales. La última, el campeonato nacional de ‘pole sport’ organizado el año pasado por la ‘International Pole Sports Federation’ en Tarragona, donde logró un quinto puesto en la categoría profesional.


En el caso del ‘pole dance’, Raquel lo define como una práctica que aúna coreografías sensuales, en las que la expresión corporal se trabaja con libertad alrededor de una barra, con acrobacias básicas. Mientras, el del ‘pole sport’ es un entrenamiento en el que la técnica es fundamental para realizar elementos acrobáticos aéreos y de suelo más complejos y en diferentes niveles.


El desarrollo de las dos disciplinas “siempre tiene que ir ligado a una preparación física complementaria, pues es muy duro trabajar alrededor de una barra vertical”, explica García. Levantar el propio peso con los brazos, utilizar los hombros o hacer invertidos, por ejemplo, “requieren disciplina, seriedad y consciencia de que puedes caerte”. Esta instructora cuenta igualmente que los giros son los elementos básicos con los que la persona va ganando forma muscular, así como el tren superior es la parte del cuerpo que más entrena: “Se empieza con los giros alrededor de la barra, trabajando con tu peso corporal y el agarre de manos, y a medida que se adquiere nivel, se incorporan piernas y pelvis”.


La unión de figuras artísticas que parecen imposibles y la consecución de fluidos movimientos es otra de las tareas, subraya, más costosas por necesitar de fuerza, flexibilidad, coordinación, equilibrio y resistencia. Y algunos de los elementos más conocidos en el universo del ‘pole’ son “las planchas, la bandera y el ‘handspring’. “Puedes entrenar cuatro horas a la semana durante cuatro meses para conseguir realizar una coreografía perfecta de unos pocos minutos”, ejemplifica Raquel para ilustrar esa dificultad.


En sus clases lleva a cabo explicaciones técnicas de las diferentes figuras que, tras un tiempo de entreno, se ligan en combinaciones y se practican por libre. “Primero, se utiliza la barra fija y, una vez que se realizan los ‘combos’, pasamos a la barra giratoria, que requiere de mucha más fuerza”.


La mayoría de quienes acuden a la escuela de García en Zaragoza, ‘La Industria’, son mujeres de entre 20 y 38 años, si bien “es un entrenamiento apto para todas las edades y, aunque menos que en otros lugares como Madrid, también han venido hombres a aprender este deporte”.Reconocimiento y separación de la noche

Con el objetivo de homologar la formación en estas disciplinas, García cuenta que desde las diferentes escuelas existentes en el país están luchando por que exista una titulación específica. Otro de sus retos pasa por avanzar en el reconocimiento de la especialidad como deporte olímpico. Para la zaragozana, “debería serlo ya que es muy duro, implica una disciplina de preparación muy exigente y hay que trabajar muchísimo para alcanzar los niveles más altos de acrobacia”.


Paralelo al auge de esta práctica siguen planeando prejuicios e ideas preconcebidas que la asocian al mundo de la noche. “Es cierto que se ha normalizado pero hay personas que hasta que no ven una actuación, no saben lo que es y no entienden que esta no tiene porqué conllevar un componente sensual: se puede hacer baile contemporáneo alrededor de una barra u orientarlo a otras temáticas como la comedia, el drama o los musicales”, apunta, al tiempo que subraya que es la piel la que agarra al deportista al elemento vertical.


En su tarea de promocionar el ‘pole’ en la ciudad y seguir separándolo del anterior concepto, Raquel García tiene intención de incorporar a su oferta clases para niños el próximo año. Mientras, sigue con sus acciones para extender la práctica entre los públicos femenino y masculino. “En España hay cada año más escuelas y academias, y el movimiento, que va a seguir creciendo, acabará introduciéndose como parte de las alternativas ofrecidas por los gimnasios en clases dirigidas”, vaticina esta monitora.

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