Tercer Milenio

En colaboración con ITA

"Hará falta tiempo, pero creemos que el ADN dirá quién tiró los bebés a la basura"

La dificultad es máxima, pero la Guardia Civil confía en resolver los dos casos de niños hallados muertos en el ecovertedero en solo diez meses.

Los agentes, pertrechados con trajes de seguridad NRBQ, rastrearon la basura del ecovertedero durante cuatro días consecutivos.
Los agentes, pertrechados con trajes de seguridad NRBQ, rastrearon la basura del ecovertedero durante cuatro días consecutivos.
Guardia Civil

El hallazgo de dos bebés muertos en el ecovertedero de Zaragoza en tan solo diez meses ha disparado las alarmas. Primero, por el drama humano que supone descubrir el cuerpo o restos de un recién nacido entre la basura. Y desde el punto de vista estrictamente policial, por la dificultad que entraña esclarecer hechos de esta naturaleza en un escenario donde las pruebas y evidencias se ocultan entre cientos de toneladas de desechos plásticos y orgánicos.


Pero la Guardia Civil, encargada de ambas investigaciones, no está dispuesta a consentir que la planta de reciclado de La Cartuja se convierta en un macabro cementerio infantil. "Hará falta tiempo, pero creemos que el ADN dirá en algún momento quien tiró a estos bebés a la basura", asegura el cabo primero Sanz, responsable de la Unidad de Delitos contra las Personas de la Comandancia de Zaragoza, en un claro aviso para navegantes.


Como hicieran en septiembre de 2015, cuando se halló el cuerpo sin vida del primer bebé en una cinta clasificadora de envases, lo primero que hicieron los investigadores el pasado 12 de julio fue recoger la cabeza del segundo niño –única parte del cadáver recuperada hasta la fecha– y enviarla al Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA).


"La complejidad es ahora mayor, puesto que tan solo contamos con una parte del cuerpo y es imposible hacer una autopsia completa", comentaba esta semana el responsable de las pesquisas en la Benemérita. Y no es que no se buscara el resto del cadáver, es que ha sido imposible localizarlo. Fueron cuatro días consecutivos los que unos 50 agentes estuvieron escudriñando más de cien toneladas de basura "bolsa por bolsa". "Usamos trajes de seguridad NRBQ y mascarillas para trabajar entre los residuos. Y aún así teníamos que ponernos contra el viento para evitar la pestilencia", recordaba el sargento primero Rosales, al frente del Núcleo de Reserva de Casetas. Soportaban temperaturas de cerca de 50 grados, pero solo hacían un pequeño descanso cada hora para reponer líquidos."Eran unas condiciones penosas, pero todos sabíamos lo importante que era hallar algún resto y nadie escatimó esfuerzo", reconocía el suboficial, destacando el "compañerismo" de su gente.


Cada vez que entre los restos distinguían lo que parecía ser un trozo de carne, los rastreadores levantaban la mano para que un compañero de la Policía Judicial y un ATS lo examinaran. "Se recogieron varias bolsas con muestras antes de que los gases tóxicos y el riesgo de explosión nos obligaran a abandonar la búsqueda", apuntaba Rosales.

No se descarta otro aborto


Aunque se llegó a decir oficialmente que el último bebé hallado en el ecovertedero había nacido vivo y podría tener "pocos meses", los investigadores se muestran ahora mucho más cautos. "No podemos descartar todavía nada. Ni siquiera que se tratara de un aborto espontáneo, como la vez anterior. De hecho, estamos esperando todavía los resultados del laboratorio", señalaba el cabo primeroSanz.


Según la GuardiaCivil, el hecho de que los forenses solo hayan podido trabajar con la cabeza del cadáver no impedirá saber el sexo y la raza del pequeño, así como la data del alumbramiento, si es que realmente se produjo el parto. "Necesitaremos más tiempo, pero lo sabremos", dicen.A la espera de "candidatos"


En cuanto el laboratorio envíe el perfil genético del bebé hallado el pasado día 12, este se introducirá en el banco de ADN de la Guardia Civil y la Policía Nacional. "Al hacerlo, el propio sistema rastreará la base de datos en busca de posibles candidatos o perfiles compatibles", explican los investigadores. Si la madre o el padre del niño estuvieran ‘fichados’ por algún motivo, se produciría una alerta.Pero como explican desde el instituto armado, el banco de ADN busca coincidencias de forma continua y cotejará cada muestra que se introduzca en el futuro. "¿Quién sabe si dentro de unos años a la hora de hacer el DNI se pedirá también una muestra de saliva para tener la huella genética de cada ciudadano?", dice Sanz. De ser así, dar con los padres de estas criaturas sería más sencillo.


En cualquier caso, hay abiertas muchas más vías de investigación que las del ADN.Durante los últimos días, el Juzgado de Instrucción número 2 de Zaragoza ha comprobado varios casos de posibles abortos en la provincia. También se ha dado aviso a los hospitales, por si hubieran atendido alguna parturienta que levantara sospechas. Y como "absolutamente todo se comprueba", la Guardia Civil recuerda que cualquier ciudadano que crea tener información capaz de esclarecer estos casos puede llamar al 062 y pedir hablar con la Unidad de Delitos contra las Personas.

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