La Audiencia Provincial de Zaragoza ha absuelto al padre de una adolescente que fue juzgado por abusar presuntamente de su hija. El tribunal de la Sección Primera duda de la versión de la menor y menciona tanto su "conocida tendencia a mentir" como los informes psicológicos que presentaron los profesionales del Instituto de Medicina Legal de Aragón.

La sentencia, de la que ha sido ponente Juan Alberto Belloch, relata que el acusado tuvo una relación con la denunciante y fruto de ella nació una niña. Después, la pareja se separó, la guarda y custodia de la menor se otorgó a la madre y se fijó un régimen de visitas para el padre. A partir de la separación, la niña, como ella misma declaró ante el tribunal, dormía asiduamente con su progenitor en la misma cama. Pero en la noche el 27 de diciembre de 2014, cuando tenía 12 años, asegura que le tocó los pechos y le besó al tiempo que le decía lo mucho que la quería. También manifestó que el hecho de dormir juntos era conocido y consentido por la madre y que ni antes ni después de ese día se repitió la situación.

La presunta víctima aseguró además que en una ocasión su padre la invitó a ver una película de contenido pornográfico-lésbico y que en otra pudo verle masturbándose en el baño, ya que la puerta quedó unos dos centímetros abierta, aunque él no fue consciente de que le podía ver.

Para el tribunal, las declaraciones de la chica son "excesivamente esquemáticas" y están desprovistas de los elementos emocionales que "de manera natural" deberían haber servido para complementar su afirmación. El informe psicosocial recogía que su relato era breve y estereotipado y que no introdujo detalles del hecho, ni estilo directo, ni describía el estado mental propio o del denunciado. Si bien es cierto que la psicóloga y un educador social dijeron que creían fiables sus declaraciones, el tribunal no tuvo la misma impresión cuando la interrogó durante la vista oral.

La sentencia recoge que la adolescente es problemática –lo que llevó a su madre a denunciarla ante la Fiscalía por sus comportamientos agresivos–, y que su actitud no arranca de los supuestos abusos, sino de "mucho tiempo atrás". "Probablemente desde la separación de los padres", dice.

"Estos factores y su conocida tendencia a mentir son factores que cuestionan la fiabilidad de su testimonio y que colocan al tribunal en un escenario en el que no le resulta posible ni formar su convicción acerca de su certeza ni tampoco sobre su falsedad", señala el fallo. Incluso cree que lo que puede ocurrir es que simplemente estamos ante una "diferente interpretación" de lo sucedido y que no hay "motivos de carácter sexual", sino de "ternura mal evaluada", dada la edad de la hija.

A la hora de absolver, para el tribunal pesa también el hecho de que ni antes ni después, como lo reconocen la adolescente y su madre, se produjeron hechos similares, pese a que "fueron muchas" las ocasiones en las que el padre "pudo haber materializado su eventual y teórico impulso de orden sexual". Por todo ello, absuelve al acusado, que afrontaba una pena de seis años de cárcel por los supuestos abusos.