La huelga del bus amenaza con volver

Mañana se superará el ecuador de los 15 días de tregua dados por el comité para negociar sin paros. La semana que viene será clave para ver si hay acuerdo... o más huelga.

La dirección de Auzsa y los miembros del comité de empresa, en una reunión en el SAMA.
La dirección de Auzsa y los miembros del comité de empresa, en una reunión en el SAMA.
Maite Santonja

La tregua dada por los trabajadores a los usuarios del bus ha llegado a su ecuador sin grandes avances hacia una posible firma del convenio colectivo. La primera semana de suspensión de los paros parciales se ha cerrado con una negociación entre Auzsa y los trabajadores que ha sido fluida, pero que también se han tomado sin excesivas prisas. Mañana empieza la semana decisiva, la que tiene que terminar o con un acuerdo o con una más que probable vuelta a la huelga y, por tanto, al desquiciamiento de miles de usuarios.


La dirección de la empresa y los representantes de los trabajadores han tenido dos reuniones esta semana. Ambas se prolongaron durante prácticamente todo el día, pero terminaron sin acuerdo y, lo que es peor, sin apenas acercamientos en los asuntos importantes: la subida salarial para los empleados y las indemnizaciones en caso de bajas o incapacidades. Las negociaciones son maratonianas, pero los resultados escasos, ya que desde hace casi un mes nadie se mueve de las posiciones que tiene respecto a los temas importantes.


Así, pocos confían en un acuerdo rápido. Todo hace indicar que se apurarán los plazos hasta el último día y a última hora. Ese límite se fija en el lunes día 25, cuando expira la tregua ofrecida por el comité de empresa. Su presidente, Javier Anadón, reconocía esta semana que si para entonces no hay acuerdo, "el martes habrá huelga". Así, la amenaza de que vuelvan paros parciales va a ser esta próxima semana la espada de Damocles que ronde la negociación.


El comité de empresa puede volver a convocar los paros en cualquier momento. De hecho, la huelga no está desconvocada, sino que oficialmente sigue en pie, pero con un seguimiento del 0% por parte de los trabajadores. En palabras del propio comité, está "suspendida". Así, los empleados pueden volver a realizar los paros parciales en cualquier momento. Hoy mismo, si quisieran. Deberían hacerlo en el mismo horario y con los mismos servicios mínimos que había hasta hace una semana, en la que fue la huelga más larga de la historia del autobús en Zaragoza. Sin embargo, se espera que se respete la tregua de 15 días y que, en caso de que no haya acuerdo, los paros se retomen el día 26, martes.Expectación en el Consistorio

El Ayuntamiento está pendiente de lo que ocurra. De momento ha dado aire a las partes, para que negocien con tranquilidad y sin injerencias. De hecho, el sábado se desconvocó el pleno extraordinario que había pedido la oposición para tratar el conflicto del autobús, con el objetivo de que el debate político no entorpezca la negociación colectiva. En caso de que vuelva la huelga, se da por descontado que la oposición volverá a solicitar el pleno extraordinario, en el que se pedía que los concejales Alberto Cubero y Teresa Artigas asuman su responsabilidad en la evolución del conflicto colectivo.


El equipo de Gobierno se ha mantenido al margen de este nuevo tramo de la negociación sin huelga, pero no se descarta que el Consistorio tenga que acudir al ‘rescate’ al Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje, como ha hecho en anteriores ocasiones. Durante las últimas semanas, la labor de interlocución con las partes las ha llevado el catedrático Juan García Blasco, tras ser apartados de esta labor los concejales Alberto Cubero y Teresa Artigas. Lo que es seguro es que si vuelve la huelga, se volverá a desatar una fuerte tormenta política.

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