Los autobuses pierden 60.000 usuarios al día por los paros

Los paros que mantienen los trabajadores de la empresa Auzsa, concesionaria del transporte público de Zaragoza, desde el 10 de diciembre, han provocado la pérdida de 60.000 usuarios al día, lo que obligará a realizar campañas de promoción para recuperar la confianza de la ciudadanía.

Así lo ha reconocido la concejala delegada de Movilidad, Teresa Artigas, durante la Comisión del área en la que todos los grupos han planteado preguntas relativas a la huelga del autobús urbano.

La intervención de Artigas ha conllevado la comparecencia de todos los grupos municipales en sucesivas ruedas de prensa en las que han coincidido en reclamar una mejora de los servicios mínimos mientras dure la huelga, así como que no sean solo los usuarios de los abonos temporales de transporte los que vayan a recibir una bonificación, sino también quienes pagan con la tarjeta-bus o en metálico, mediante una bajada del precio del billete.

Según el concejal del PP Sebastián Contín, la comparecencia de Artigas ha sido de carácter técnico, "poco política", en "un tono de autocomplacencia preocupante" y sin valorar escenarios posibles en el caso de que continúe la protesta de los trabajadores.

El edil, quien cree que la huelga ha causado "un daño irreparable" al servicio de transporte público, ha criticado al equipo de Gobierno por haberse posicionado a un lado de las partes al pactar con los trabajadores unos servicios mínimos "indignos", así como por haberles dejado que se encerraran en instalaciones de la institución.

Contín ha pedido que cese esta "tomadura de pelo", que duda que sea por motivos salariales ya que, a su juicio, los trabajadores de Auzsa "son unos privilegiados", cuando los del tranvía "cobran un 40 por ciento menos por hacer lo mismo".

Según el PP, lo más importante que debería hacer el ayuntamiento es incidir en la mejora del transporte público a través de las frecuencias, la colocación de postes informativos con los horarios y subvencionarlo hasta los 18 años de edad y que no paguen los menores de 7 años.

La concejala socialista Lola Ranera, quien ha agradecido el comportamiento de la ciudadanía, que "tras 98 días sigue intentando comprender este conflicto", considera que los datos de pérdida de usuarios, cuatro millones desde que empezó la huelga, "demuestran la irresponsabilidad del equipo de Gobierno".

Se ha preguntado "cómo se puede comparecer tan tranquila y con un planteamiento absolutamente técnico" y ha asegurado que pese a lo que dice el gobierno municipal, "nadie entiende que esté velando por el interés de la ciudadanía, porque en la práctica no se les nota".

"Deseamos que esta huelga se acabe y se vuelva a la normalidad", ha dicho Ranera, quien opina que para ello "serán necesarias muchas campañas" para recuperar la confianza de los usuarios y que lo que hay que hacer es negociar con las posibilidades que permiten los pliegos de la contrata.

El concejal de Ciudadanos Alberto Casañal ha reprochado a Artigas no haber facilitado ni un dato importante respecto al conflicto de Auzsa, ni propuestas para solucionarlo, por lo que su grupo ha solicitado estudios a todos los niveles de cómo ha afectado la huelga y sus posibles soluciones.

"Queremos saber cómo afecta a los turistas y a la celebración de las ferias", ha dicho el edil de C'S, quien ha asegurado que se están recibiendo "quejas insistentes" de asistentes a ferias por la mala comunicación, así como que los paros han causado "más de un 20 % de pérdidas en los comercios".

Desde CHA, Leticia Crespo ha anunciado la presentación de una moción para que mientras dure la huelga se baje el precio del billete del autobús, al tiempo que ha criticado las "tibias, planas y preocupantes" respuestas que ha dado la consejera.

Según Crespo, durante la huelga "no ha habido ninguna medida drástica más que decirle a los trabajadores que el gobierno de Zaragoza en Común no se lo merece". A su juicio, "los que no se lo merecen" son los usuarios.