Las morcillas artesanales en la matacía de Los Fayos

Los Fayos ha celebrado este sábado la XI Jornada de la Matacía, un día festivo compartido por todos los vecinos en los que se recuerda la antigua matanza del cerdo que se hacía en el pueblo. Desde primera hora de la mañana han comenzado los preparativos en los que se involucran decenas de personas.

El trabajo se reparte por sexos. Las mujeres se encargan de la elaboración de las morcillas, rellenando las tripas con una antigua morcillera y siguiendo una receta que ha ido pasando por generaciones. El resultado han sido 80 morcillas saladas y 40 dulces. Por su parte, los hombres son los responsables del rancho para la comida popular: despiezan la carne y guisan, en esta ocasión para unos 150 comensales.

“Es una jornada en la que prima la convivencia entre vecinos y la colaboración y es una forma de relacionarse socialmente a través de la comida y los preparativos. Me gusta ver cómo la gente se involucra y participa porque son los verdaderos protagonistas del día”, ha dicho la alcaldesa, Rocío Berrozpe.

Además, durante la mañana se ha aprovechado para inaugurar un escudo de Los Fayos donado por el escultor Julio Zaldívar. “Está hecho de mosaico, y el pueblo tiene así el honor de contar con una obra de arte”, opina Berrozpe.

Tras la comida, la sobremesa ha sido larga en el pabellón municipal con un campeonato de guiñote, y la celebración continúa con una misa en la que ha cantado una soprano, cena popular y discomóvil.

“Hay que valorar este trabajo de artesanía culinaria y que se pongan en relevancia todas estas tradiciones perdidas. Es una fiesta de invierno, una forma de que la gente saliese de sus casas y se juntase alrededor del fuego y de la comida, una manera de relacionarse que es lo bonito en estos pueblos”, asegura la alcaldesa.