Los perros abandonados buscan hogar en Navidad

Voluntarios del Centro de Protección Animal cuentan las historias de algunos de sus animales.

Seis perros en adopción del Centro Municipal de Protección Animal han protagonizado este sábado un desfile en plena plaza del Pilar. El acto, dirigido por los voluntarios del centro, perseguía facilitar la búsqueda de familia para estos canes y fomentar la adopción de animales por encima de la compra de mascotas.


Severino ha sido el primer perro en presentarse ante el público congregado en la plaza. Fue abandonado siendo un cachorro en octubre de 2014 y hoy tiene apenas un año y medio de edad. Sus dueños lo lanzaron por encima de la valla del chalet de una vecina que lo llevó después a la protectora sita en el kilómetro 9,4 de la carretera de Montañana a Peñaflor. "Es muy bueno, deportista y ya es hora de que cambie su suerte", ha clamado por el micrófono una de las voluntarias mientras otra exhibía al perro sobre el escenario. 


A continuación le ha tocado el turno a Cuco, un podenco andaluz de tres años al que sus dueños abandonaron en el centro en marzo de 2014. Tiene leishmaniasis aunque según las cuidadoras la enfermedad está controlada gracias a la medicación. "Es bueno, tranquilo y se merece una familia", pedía la voluntaria encargada de las presentaciones.


Dexter, de unos tres años, ha sido el tercero en salir al escenario. El mestizo de pastor alemán fue encontrado vagando a su suerte por la en febrero de 2014 y también sufre de leishmaniasis. "Es fuerte y un gran paseador", ha informado la presentadora antes de insistir en que las adopciones deben ser emprendidas con responsabilidad. "En estas fechas de regalos y compras no compren, adopten y den una segunda oportunidad a estos y a todos lo animales del centro municipal". 


Tras Dexter ha desfilado Martínez, otro mestizo de pastor alemán de apenas un año de edad, "muy sumiso" y que fue encontrado el pasado mes de octubre deambulando por la carretera. La historia de Nesca, de cuatro años, es aún más triste ya que el animal fue abandonado hace seis meses cuando alguien lo dejó atado a una farola de la ciudad universitaria junto a otra perra.


La que también debió de sufrir fue White, una galgo blanca y canela "sumisa y tranquila" que apareció en la calle "muy asustada y desnutrida", según han informado las voluntarias. Aún está en proceso de recuperación pero sus acompañantes están seguras de que durante su estancia en el centro y en compañía de una nueva familia "recuperará la esperanza" y "volverá a confiar en los humanos". 


Durante el desfile perruno los voluntarios presentes han aprovechado para recordar que "los amigos no se compran" y que los animales no son juguetes ni regalos de Navidad. "Queremos adopciones responsables", ha recordado una de las colaboradoras sobre el escenario instalado en la plaza del Pilar.

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