Cuatro siglos para descubrir su origen

El plan de restauración de la DPZ ha permitido recuperar el busto de Santo Domingo de Guzmán, en el museo de la colegiata de Borja, y averiguar que fue realizado en Nápoles.

La escultura ya recuperada. Los ropajes nunca habían sido repintados. Las manos y los atributos habían sido mal pegadas en más de una ocasión.
La escultura ya recuperada. Los ropajes nunca habían sido repintados. Las manos y los atributos habían sido mal pegadas en más de una ocasión
Albarium

Cuatro siglos después de que la obra de Santo Domingo de Guzmán fuera creada, los recientes trabajos de restauración han permitido descubrir que es de origen napolitano. Una poco frecuente monocromía en plata que estaba oculta bajo varios repintes posteriores ha sido lo que ha permitido dar con este importante hallazgo. La obra se puede contemplar ya restaurada en el museo de la colegiata de Borja.


El plan de restauración de bienes muebles eclesiásticos de la Diputación Provincial de Zaragoza ha permitido recuperar este busto relicario. La escultura es de la primera década del siglo XVII y había sufrido fracturas, ataques de carcoma, repintes... La inversión en esta obra ha sido de 3.712 euros, de los cuales el 60% lo ha financiado la DPZ y el resto a partes iguales entre el Ayuntamiento de Borja y el obispado de Tarazona.


Este busto fue uno de los varios relicarios que el dominico borjano fray Juan López de Caparroso envió a su localidad natal durante su estancia como obispo en varias ciudades del antiguo reino de Nápoles.


"En aquella época, finales del siglo XVI y principios del XVII, comenzó un intenso comercio de obras de arte entre España y Nápoles", explica Jesús Criado, profesor de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza. "A esa circunstancia se sumó el impulso que la Contrarreforma dio a la devoción de las reliquias de los santos", añadió. Esta escultura fue una de las varias que se incorporaron al retablo de la capilla de los Mártires de la colegiata de Borja. Sin embargo, gracias a una investigación que ha coincidido en el tiempo con la restauración ha sido ahora cuando se ha sabido que fue realizada en Nápoles.


"Se pensaba que el busto de Santo Domingo se hizo en España, pero el profesor de la Universidad de Cantabria Aurelio Barrón, experto en esculturas napolitanas, ha determinado que en realidad fue realizado en Nápoles y enviado a Borja por López de Caparroso", detalla Criado. "La pista clave la dio el propio deterioro que sufría la pieza, ya que dejaba al descubierto un velo de plata propio de los escultores napolitanos, no de los españoles", añade.


La talla estaba muy afectada por la carcoma y ha sido necesario darle un baño de resina e inyectarle el mismo material para devolverles la consistencia. Las manos y los atributos de la escultura habían sido mal pegadas en más de una ocasión, probablemente tras las caídas que debió de sufrir debido a su uso procesional. Por eso, los técnicos de la empresa encargada de la restauración, Albarium S.L., las desmontaron y volvieron a colocarlas en su posición original. Encarna Ripollés, restauradora de esta empresa, destaca que los ropajes de la escultura, "quizá por la extraordinaria calidad de los estofados", jamás fueron repintados.

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