Concluyen las obras de reforma de ocho velatorios del cementerio de Torrero

Los trabajos se retoman el lunes con la tercera fase del proyecto, que supondrá la mejora de otras cuatro salas. El proyecto prevé la construcción de una capilla para 200 personas

El edificio principal del tanatorio de Torrero acaba de completar una nueva etapa de su proceso de reforma, que concluirá el próximo mes de diciembre. La segunda fase de las obras acaba de concluir y, de acuerdo al calendario previsto, ya se han modernizado los ocho velatorios ubicados en la primera planta. La Gerencia de Urbanismo informó que la transformación del inmueble se retomará el próximo lunes, con el cierre del pasillo que da acceso a los velatorios de la planta baja, situados a la derecha de la escalera principal.


La concesionaria del complejo funerario de Torrero, Serfutosa, comenzó el pasado el 7 de julio las obras del tanatorio, que se levantó en 1992 y que tiene una superficie construida de 4.610 m2. Los trabajos supondrán un importante cambio en la decoración de las estancias con el objetivo de lograr «un mayor confort para los usuarios y un clima de mayor tranquilidad y privacidad», informaron fuentes municipales. La inversión prevista es de 709.000 euros y el plazo de la intervención es de cinco meses. No obstante, los trabajos se han organizado por fases, ya que se trata de un servicio que debe permanecer abierto. «No es un edificio que pueda cerrar y es necesario tener una delicadeza especial», indicaron fuentes de Urbanismo.Trabajos nocturnos

Hasta el momento, se han ejecutado obras en los dos pasillos de velatorios de la planta primera, que no han alterado ni el servicio ni el trabajo del edificio, ya que los trabajos de más envergadura y que pueden ser más molestos por ruidos o vibraciones se realizan por la noche. «Por el día se hacen labores más discretas», subrayan fuentes municipales. Hoy mismo han entrado en servicio los velatorios 15, 16, 17 y 18, situados en el pasillo izquierdo de la primera planta, una vez que han concluido las tareas de reforma y de limpieza.


El lunes las obras se trasladarán a la planta baja, por lo que tendrán que cerrarse al público cuatro velatorios. Una de las razones para organizar los trabajos en fases radica en la necesidad de mantener la actividad de las salas, donde las familias y los amigos velan a sus fallecidos antes de la inhumación o de la incineración. Mientras duran las obras, un total de 15 salas permanecen operativas (12 en el mismo edificio y tres en el edificio B del complejo, que se rehabilitó en 2011).


Una vez que concluya la puesta al día de todas las salas de velatorios, se abordarán los trabajos que afectan al hall y a dos de las capillas, que se refundirán en una de mayores dimensiones con capacidad para 200 personas. Además, en el otro tanatorio habrá otras dos capillas con 180 y 211 plazas. La última fase de obras se realizará en la primera planta en la zona de despachos y cafetería.


Los trabajos que se están desarrollando suponen el pintado de las salas y pasillos con un revestimiento vinílico en color blanco, el forrado de las paredes con láminas de madera de roble, que además de generar más calidez en las estancias, mejoran la acústica del edificio. Los cambios afectan también a las puertas, que se sustituyen por otras de mayores dimensiones, con paños de cristal en la zona superior para tamizar la luz natural; a la iluminación eléctrica, que se utiliza «para lograr ambientes de mayor sosiego», y al mobiliario.