Descubren restos humanos en Cogullada que podrían ser del joven brasileño desaparecido

La ropa y la zona donde estaba el cadáver apuntan a que se trata de Víctor da Silva, de 19 años, al que se buscaba desde Nochevieja.

La Hermandad de la Sangre de Cristo recoge el cadáver
Descubren restos humanos en Cogullada que podrían ser del joven brasileño desaparecido

Una mujer que caminaba por el camino de Cogullada encontró este martes unos restos humanos que, con una alta probabilidad, podrían pertenecer a Víctor da Silva, el joven brasileño de 19 años desaparecido en la pasada Nochevieja después de haber celebrado el fin de año en el cotillón del Espacio Ebro, en el parque del Agua. Las ropas y las pertenencias que fueron halladas junto al cadáver así lo indican, pero no será hasta que se produzca una identificación de forma científica cuando se confirme oficialmente que se trata del estudiante universitario. De ser así, terminarán cuatro meses de sufrimiento para una familia que ha barajado todo tipo de hipótesis desde que el muchacho no regresara a su casa del barrio de la Jota, tras una noche de fiesta. Han sido cuatro meses de angustia en los que cientos de ciudadanos se han volcado en su búsqueda y la Policía no a ahorrado medios en investigar su paradero.


El hallazgo se produjo sobre las 20.00 y rápidamente se desplazaron hasta el lugar varias dotaciones de la Policía Local, que recibió la primera llamada, y de la Policía Nacional, con el grupo de Homicidios a la cabeza, apoyado por los agentes de la Policía Científica. También se presentaron el forense y el juez de guardia, que autorizó el levantamiento del cuerpo.


Cubierto por medio metro de hierba, en la base del puente de la Ronda Norte que sortea el camino de Cogullada y junto a una arqueta que evacua las aguas pluviales de la A-2, el cuerpo se encontraba en un avanzado estado de descomposición. Prácticamente en esqueleto, lo que correspondería con los cuatro meses transcurridos desde la desaparición de Da Silva.


Los restos no se percibían a simple vista, lo que puede explicar que aunque se trata de una zona frecuentada habitualmente por mujeres que ejercen la prostitución, nadie se percatara hasta este martes de su presencia. También extraña que el olor que haya podido desprender el cadáver durante este tiempo no llamara al atención de los viandantes, aunque quizá precisamente por ello tampoco se acercaron hasta ese punto.


Múltiples posibilidades


Será el informe que elaboren los médicos forenses el que arroje la primera luz sobre este caso, si se confirma que se trata de Víctor da Silva. Los expertos dirán si presenta o no signos de violencia y si murió en ese sitio o fue trasladado hasta allí. Las características del lugar permiten un amplio abanico de posibilidades, desde que pudiera caer desde la autovía, ser atropellado en el lugar o incluso fallecer de muerte natural.


A la hora de investigar la desaparición del Víctor da Silva, lo primero que hizo la Policía Nacional fue pedir autorización al juez para hacer un rastreo de las últimas llamadas efectuadas con su teléfono móvil. Gracias a esta información, los inspectores del Grupo de Homicidios supieron que entre las 10.05 y las 10.10 del 1 de enero el terminal del desaparecido utilizó hasta en cuatro ocasiones el repetidor de Cogullada. De ahí que se decidieran hacer varias batidas por la zona, utilizando, incluso, perros especializados en la búsqueda de cadáveres. Sin embargo, estas no dieron resultado.


Quedan muchos interrogantes por despejar. De hecho, se antoja complicado que todas las preguntas puedan tener respuesta. Por ejemplo, la de por qué se conectó el móvil del joven a las 12.30 con el repetidor de Felisa Galé si había fallecido ya en Cogullada.