La Universidad de Zaragoza ha recibido 1.100 solicitudes de alumnos que aspiran a recibir una de las denominadas becas rector, unas ayudas que complementan las subvenciones del Ministerio de Educación y que sirven para apoyar económicamente a los estudiantes que se han quedado fuera de la convocatoria nacional porque no cumplían los requisitos. La cifra de demandantes se ha reducido un 30% respecto al año pasado puesto que el Gobierno central modificó la convocatoria y suprimió las modalidades de becas para comedor o por desplazamiento, por lo que las becas rector –subsidiarias de las primeras– también las han eliminado.

«El número global de peticiones es menor, pero es por esta causa, no porque la necesiten menos jóvenes. Habrá que esperar a tener todos los datos para poder comparar, pero, con seguridad, este curso habrá más estudiantes que no hayan podido optar a las ayudas del Ministerio», explicó ayer el vicerrector de Estudiantes de la Universidad de Zaragoza, Fernando Zulaica, quien apuntó que el plazo para pedirlas terminó el 31 de marzo. Asimismo, recordó que las becas rector se conceden desde hace más de una década, pero ha sido en los últimos años, con el endurecimiento de los criterios para acceder a una aportación del Ministerio, cuando las ayudas del campus se han multiplicado.

En esta ocasión, de las 1.100 peticiones de becas rector recibidas en la institución académica, podrán atenderse unas 475, cien más de las que se concedieron el año pasado. Aunque la cifra crece, sigue siendo insuficiente para responder a la demanda y más de la mitad de los solicitantes se quedarán sin aportación.

Y esto pese a que el Consejo de Gobierno de la Universidad de Zaragoza aprobó a finales de febrero aumentar un 25% (100.000 euros) la partida destinada para las becas rector. Con esto, las ayudas del campus cuentan este año con cerca de medio millón de euros.

En cuanto a los requisitos para acceder a las ayudas propias de la Universidad de Zaragoza, se mantienen igual al pasado curso y así seguirán también el que viene. Esto es, los requisitos seguirán siendo más flexibles que los impuestos por el Ministerio. Por ejemplo, el umbral de renta familiar marcado por el ministro José Ignacio Wert se eleva un 10% para favorecer a los estudiantes en peor situación económica, la nota mínima se reduce en medio punto y el porcentaje de créditos que deben superarse es un 10% inferior. El pasado curso se beneficiaron de estas prestaciones un total de 372 estudiantes que recibieron una cantidad media de 1.000 euros.

Todos los requisitos, los plazos y los documentos exigidos para solicitar una beca rector pueden consultarse en la página web de la Universidad: www.unizar.es.

Además de estas subvenciones, el campus público concede unas aportaciones extraordinarias para aquellos alumnos que se ven afectados por situaciones sobrevenidas. El fin de estas ayudas es evitar que los estudiantes se vean obligados a abandonar los estudios por problemas económicos. El año pasado se concedieron 19 de estas aportaciones, que solicitaron un total de 38 jóvenes, según los datos del Rectorado.

Todo listo para la votación

Por otro lado, el vicerrectorado de Estudiantes trabaja estos días para preparar la consulta con la que el día 9 pulsará la opinión de los universitarios sobre la modificación del calendario académico. La propuesta propone un cambio en las evaluaciones. Según lo planteado por el Rectorado, los universitarios harían los exámenes del primer cuatrimestre del 15 de diciembre al 17 de enero. Después, tendrían siete días hasta que comenzara la evaluación extraordinaria para recuperar las materias suspendidas (del 19 al 25 de enero). Los exámenes de final de curso habría que programarlos entre el 25 de mayo y el 12 de junio. Como en el anterior caso, los estudiantes dispondrán de una semana antes de que se celebraran las pruebas extraordinarias (del 22 de junio al 3 de julio).

En este supuesto, habría que cambiar las convocatorias de las pruebas de acceso a la universidad: la Selectividad ordinaria se convocaría para junio y la extraordinaria (que ahora se celebra en septiembre) se adelantaría al mes de julio.