El testigo acusado de calumnias a la Guardia Civil, se niega a declarar

Rafael G.C. fue denunciado después de afirmar que había declarado bajo coacciones de la Benemérita.

El párroco de Borja, Florencio Garcés
El párroco de Borja, Florencio Garcés
Efe

Un testigo clave en el caso del cura de Borja (Zaragoza) se ha negado este jueves a declarar como imputado en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Tarazona (Zaragoza) en relación con la denuncia interpuesta contra él por la Guardia Civil por calumnias.


Rafael G.C. fue denunciado por calumnias por cuatro agentes de la Benemérita después de que se desdijera de su declaración inicial en relación con el caso del párroco de Borja, del que fue en un primer momento testigo protegido, y afirmara que la hizo bajo coacciones.


El abogado de la Guardia Civil, Mariano Montesinos, ha explicado que este jueves uno de los agentes ha ratificado ante la titular del juzgado de Tarazona, Nieves Pérez, la denuncia como ya hicieron sus otros tres compañeros el pasado martes y que posteriormente el imputado "se ha acogido a su derecho de no declarar".


Montesinos ha solicitado a la jueza que se practiquen "más diligencias", aunque ha apuntado que "si no se practicaran más, existen indicios suficientes" para acreditar la comisión del delito de calumnias.


La Guardia Civil solicitó también recientemente la ampliación de la denuncia por calumnias a Luis C., perteneciente al clan de los Zapato Veloz, por las declaraciones que ha realizado contra los agentes en algunos medios de comunicación y a través de su cuenta en facebook, según el abogado.


"Las diligencias que solicitamos las ha admitido su señoría", ha apuntado Montesinos, quien ha agregado que está "por determinar" el día que se le tomará declaración como imputado por este presunto delito.


La presentación de estas denuncias por calumnias se enmarcan en la investigación abierta por el Juzgado de Tarazona para dilucidar si el cura de Borja, Florencio Garcés, se apropió de más de 185.000 euros de fondos de la parroquia y cometió un delito contra la libertad sexual.


En el caso, denominado 'Espino', están también imputados cinco miembros de una misma familia, perteneciente al clan Zapato Veloz, acusados de delitos de extorsión, blanqueo de capitales y pertenencia a grupo criminal.