Los Reyes Magos reparten ilusión y regalos a miles de niños en Aragón

En Zaragoza, un multitudinario desfile culminó en la plaza del Pilar, donde los Reyes salieron al balcón del Ayuntamiento a saludar. El buen tiempo reinó también en las cabalgatas en Huesca y Teruel.

Noche de Reyes
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TONI GALáN/A PHOTO AGENCY

Llegaron cargados desde Oriente. Sus Majestades los Reyes Magos se trasladaron hasta Aragón para comprobar ellos mismos si los niños aragoneses han sido tan buenos como dicen y poderles dejar esta noche, bajo el árbol, en la terraza o debajo del colchón, todos los regalos que les han pedido. 


Las suaves temperaturas de la tarde de este domingo en Zaragoza hicieron que miles de familias salieran a la calle para dar la bienvenida a los tres Magos, que participaron en multitud de cabalgatas en toda la geografía aragonesa.


Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron a la Zaragoza hacia las 16.15 a la plaza del Pilar directamente desde sus lujosos palacios. Después, se trasladaron hasta el colegio Joaquín Costa, desde donde arrancó la tradicional cabalgata de Reyes que desde las 18.00 recorrió las calles de la capital aragonesa. 


Sus Majestades terminaron el desfile visitando el belén de la plaza del Pilar para adorar al niño Jesús y el Ayuntamiento de la ciudad, donde subieron al balcón para saludar a los presentes.


Durante su intervención, Melchor aseguró conocer las dificultades y penas de muchos aragoneses y destacó que aunque ellos no hacen milagros, sí siembran esperanza y alegría.  


Su compañero Gaspar hizo prometer a los niños que durante este año comerán menos chucherías y más frutas, verán menos la televisión, leerán y jugarán más en familia. 


Por último, Baltasar solicitó que los niños estudien mucho y sean muy buenos y solidarios. 


Los nervios y las sonrisas de los niños se mezclaban con las agujetas de muchos padres y abuelos, que llevaban horas esperando a lo largo del recorrido para conseguir un buen sitio para ver a los Magos.


Las pequeñas Alicia Moliné y Laura Baez esperaban emocionadas el paso de los Reyes por la calle de Alfonso I, su parte "favorita" del desfile. Laura aseguraba que este año ha sido muy buena y esperaba "muchos regalos".


Elsa Miguel, de 4 años, quería "las literas para el Nenuco" y aseguraba que a cambio les iba a dejar a los Reyes "leche y galletas en su casa". Daniel Calvo incluso les había preparado un pastel él mismo.


Las muñecas y los cochecitos dejaban paso este año a regalos más tecnológicos. Uxio Muñoz, de 8 años, decía que quería "un videojuego para la PSP" y Ana Díaz, de 11, se había pedido "la tablet de Violetta".

Cabalgata multicolor


Abrían la cabalgata los noticieros que anunciaban la llegada de los Reyes, a los que seguían el buzón para recoger las cartas de los más retrasados, así como personajes vestidos de época del siglo XIX cantando villancicos, un tranvía antiguo, bandas de música y una carroza en la que viajaba el Capitán Garfio, que gustó mucho a los más pequeños.


Un grupo de ocas, de carros tirados por mulos y un par burros precedían a las carrozas de los tres Reyes, que este año viajaban una tras otra.


Melchor y Baltasar eran este domingo en Zaragoza los preferidos y los más aclamados a su paso. Por el contrario, lo más temido, la locomotora cargada de carbón que cerraba la cabalgata. "Hay mucho carbón por repartir, alguien se lo tiene que llevar", amenazaba el carbonero oficial.


Miles de personas se agrupaban hasta en diez filas en las calles y llenaban los balcones de las vías por las que transitaba el desfile..


Lo que más gustó fue que los Reyes desfilasen juntos, la mayor presencia de animales y la intervención de Sus Majestades desde el balcón del Ayuntamiento.


Emoción en Teruel y en Huesca


El buen tiempo también acompañó en Teruel, con lo que se vivió una animada cabalgata gracias, sobre todo, a la participación de entidades sociales y vecinales tanto con sus propias carrozas como con actividades a pie de calle con percusionistas, malabares o bailarines, e incluso el Club Voleibol Teruel asistieron con su propio carruaje.


Los Reyes Magos se intercalaron en el desfile con unos vistosos coches tirados por caballos aunque algo deslucidos por falta de iluminación.


El público turolense se volcó este año con el desfile que lo presenció a lo largo de todo su extenso recorrido, casi de punta a punta de la ciudad.


A la provincia de Huesca los Reyes llegaron por la mañana, por lo que aprovecharon para esquiar un ratito y anticipar algunos de los regalos a la gente que disfrutaban de un día de nieve.


Mucha afluencia de público tuvo también la comparsa de la capital del Alto Aragón, donde la "magia" de los Reyes hizo que reinara el buen tiempo y todo pudiera funcionar, como ha explicaba la concejala de Cultura, Genma Allué.


Como cada año el momento más esperado fue la salida de los Magos de Oriente al balcón de la Casa Consistorial para lanzar su mensaje para el nuevo año, traducido a lenguaje de signos, al que siguió un espectáculo de luz y sonido y varias actuaciones musicales.


Los jacetanos también pudieron disfrutar de la presencia de los Reyes ya que la borrasca de lluvia y viento que este sábado hizo temer al alcalde por el desfile se ha disipado y se ha podido celebrar la cabalgata.