Zaragoza

El órgano mayor del Pilar sigue en absoluto silencio

El instrumento dejó de sonar tras la bomba que estalló el pasado octubre y espera a la firma de un convenio para ser limpiado.

El deán, junto al órgano renacentista.
El órgano mayor del Pilar sigue en absoluto silencio

Son 5.391 tubos los que integran el órgano renacentista de la Basílica del Pilar de Zaragoza, un instrumento que dejó de sonar hace dos meses a raíz de la bomba que estalló en el templo y que está a la espera de ser limpiado "pieza a pieza" merced a un convenio que se firmará antes de fin de mes.


Aunque no recibió impactos directos del artefacto que estalló, el órgano, del siglo XV, situado a escasos metros de donde se produjo la detonación, dejó de sonar, ya que la polvareda que se levantó dañó su interior.


Desde entonces, en el templo se conforman con oír sonar un "pequeño órgano electrónico, que es como si fuera de juguete", no porque el otro no pueda sonar, sino porque no se le debe hacer funcionar, ya que el viento puede hacer remover el polvo y, por lo tanto, agravar los daños que sufre, explica el deán del Cabildo, Miguel Almón.


Antes de que finalice este mes de diciembre, está previsto que el Cabildo Metropolitano de Zaragoza suscriba un convenio con una de las mejores casas organeras del mundo, la alemana Klais, para acometer la limpieza del instrumento.


La tarea no solo será cara, costará 140.000 euros, "más el IVA y lo que suponga colocar los andamios", sino ardua, teniendo en cuenta que habrá que desmontar el instrumento "pieza a pieza" y "tubo a tubo", y son nada menos que 5.391.


En teoría, el órgano es renacentista del siglo XV, aunque en la práctica toda su estructura interna se renovó totalmente hace unos años, merced a una profunda restauración, que costó 1,5 millones de euros y que también realizó la casa organera Klais.


El órgano se reinauguró el 12 de febrero de 2008 y, desde entonces, había sonado por todo lo alto, hasta que explotó la bomba.


El estallido no causó heridos, ni dañó la estructura del templo, salvo "dos o tres bancos". Sin embargo, al órgano sí le dañó.


Este instrumento tiene 71 registros y cuatro teclados manuales. Fue construido en 1462 por Enrique de Colonia y desde 1529 cuenta con una caja renacentista, que emula el retablo del altar mayor, situado justo enfrente.


Se calcula que los trabajos de limpieza del instrumento durarán "unos tres meses o así", aunque se desconoce cuándo comenzará la obra, teniendo en cuenta que la casa a la que se le ha encomendado "tiene mucho trabajo" y el compromiso es que se efectúe lo largo de 2014.


Ahora, este mes, se debe firmar el contrato y "pagar la primera cantidad", dice el deán, quien afirma que lo "hará el Cabildo, o el seguro".


Por este suceso se detuvieron a cinco personas, de origen chileno, dos de las cuales están en prisión provisional y otros tres en libertad con cargos. Sobre si lo deberán pagar ellos, lo desconoce, eso "lo dirá el juez".


El susto que se llevaron en la ciudad fue tremendo, "fue como si le hubieran golpeado a la gente en el alma", describe el deán.


Además, hay que tener en cuenta que la Basílica estuvo sometida en los últimos siete años a una remodelación importante, en la que se invirtieron alrededor de 16 millones de euros.


Tras el estallido de la bomba, se hizo un estudio de los techos, los arcos y pinturas, y parece que no hay deterioro.


En el Pilar, en los últimos años se había efectuado una renovación que no se había realizado en los "últimos cien años". Se repararon torres, tejados, fachadas y varias capillas. Faltan por reparar algunas capillas y limpiar y remozar algunas pinturas, pero el estado de la basílica en general es bueno.


El Cabildo no cobra entrada para entrar en el Pilar, dada su "singularidad" y ni siquiera se lo ha planteado, explica. La restauración se ha hecho gracias a la aportación de los fieles y a las instituciones públicas y privadas.


Cuando uno entra en el Pilar le llama la atención no solo que no se cobre entrada, que también, sino que durante la celebración de la misa, en la Santa Capilla, donde está la Virgen del Pilar, el sacerdote está de espaldas a los fieles.


No es por nada, sino por "dificultades técnicas", ya que el altar está colocado junto a la pared y hay reticencias en Bellas Artes para moverlo; además tampoco hay mucho espacio para ello.


Con todo ello, la misa se dice de espaldas, aunque en la liturgia el sacerdote sí se vuelve hacia los feligreses y durante la consagración.


Al deán también le sorprendió esto al principio, aunque tanto él como los fieles están acostumbrados.