"Queremos que la iniciativa de los caminos escolares se extienda a los institutos"

Hace un mes que el Ayuntamiento de Zaragoza puso a prueba una iniciativa en La Jota que, aunque de manera experimental, fue muy bien acogida por los vecinos del barrio. Se trata del proyecto ‘Camino escolar’, concebido como una alternativa segura para que los alumnos de, en este caso, el Colegio Público La Jota, puedan acudir a su centro lectivo por unos trayectos controlados, fomentando así la seguridad vial y mejorando la sostenibilidad medioambiental.

Con la vista puesta ya en el próximo mes de septiembre, que será cuando el proyecto eche a andar, desde la Asociación de Vecinos La Jota, entidad que valora “muy positivamente” el programa, consideran “necesario” que los itinerarios se amplíen para que también los alumnos del Instituto Pilar Lorengar, sito en la calle de Miguel Asso. “No debemos olvidar que los chavales, hoy en día, pasan a estudiar a estos centros con tan solo 12 años. Siguen siendo niños y, precisamente, es en esa edad en la que más apetece ir solo a clase. Si las rutas se ampliaran tan solo unos metros, ellos también se beneficiarían de la iniciativa”, comenta Juan Antonio Andrés, presidente del colectivo. “Estamos hablando de un importante grupo de alumnos, porque en el citado centro hay alumnos que residen en el Barrio Jesús, en la zona de la antigua Azucarera y también del entorno de las calles de Isla de Mallorca e Ibiza”.

“Se trata de una propuesta que ya hemos planteado al Ayuntamiento y de la que estamos esperando una respuesta, con el fin de que se ponga en marcha cuando comience el nuevo curso lectivo”, apunta Andrés.Prevenir riesgos

Una opción con la que también está de acuerdo, Carlos Gracia, uno de los voluntarios que ya participaron en la prueba piloto realizada a mitad del pasado mes de junio y miembro de la Asociación de Padres y Madres (AMPA) del colegio La Jota. “Nuestra labor pasa por indicar a los chavales la ruta que han de seguir para llegar hasta el centro. La responsabilidad, desde luego, es de los padres. Lo único que hacemos es prevenir cualquier tipo de riesgo en los cruces, por ejemplo”, comenta Gracia.

“En la ruta en la que participo hay tres paradas. Son tan solo unos quince minutos al día, tiempo suficiente para que los niños aprendan a ir solo al cole, como hacíamos muchos padres a su edad. De hecho, está previsto que también los establecimientos que están dentro de la ruta cuenten con señales identificativas para que, en el caso de que algún chaval tenga alguna duda, en estos comercios puedan solventársela”, explica el miembro de la AMPA de La Jota.

En cuanto a que los itinerarios también cuenten con una ruta que acerque a los “mayores” hasta el Pilar Lorengar, Carlos Gracia cree que “es una decisión acertada”. “Todo debe formar parte de lo que en un futuro se quiere establecer como zonas pacificadas en las que no solo podrán transitar los niños, sino también el resto de ciudadanos”. “Es totalmente necesario hacer ver a nuestros hijos que la movilidad en la ciudad no se reduce al coche”, concluye Gracia.

Por su parte, Juan Antonio Andrés, del colectivo vecinal, estima que “si otros centros del barrio entran a formar parte del programa” –tal y como consideran “conveniente” desde el colectivo- “la iniciativa puede convertirse en un gran proyecto de ciudad, en el que incluso podrían llegar a participar, tal y como se está estudiando, el grupo de voluntarios de Zaragoza”.