La Audiencia de Zaragoza ha absuelto a un hombre que se enfrentaba a una petición fiscal de tres años de prisión por los supuestos abusos sexuales sufridos por una niña de 10 años a la que enseñaba a jugar al billar en un bar de la capital aragonesa.

En su relato de hechos, el tribunal considera probado que a primeras horas de la tarde del 14 de enero del año pasado, el acusado, repartidor de profesión, fue al bar donde se reunía con sus amigos y se puso a jugar al billar con la hija de uno de los componentes del grupo.

Los magistrados admiten en su resolución que el acusado hizo objeto a la niña de varios besos y abrazos y que se colocó detrás de ella para enseñarle a "coger bien el taco" de billar, pero rechaza la existencia de indicios de que lo hiciera con "ánimo libidinoso".

Cuestionan, además, las manifestaciones de la niña, que durante la vista se desdijo ante la defensa de lo que había manifestado unos minutos antes al representante fiscal asegurando que el acusado le había apretado las nalgas con sus manos y tocado sus genitales.

El tribunal se apoya en un vídeo aportado a la causa en el que, según los magistrados, se observa al acusado agarrar la espalda de la menor y rodear sus nalgas al tiempo que la besa y la abraza, pero sin atraerla hacia él ni tratar de tocar sus genitales.

En su sentencia, la Audiencia expresa su "extrañeza" ante la ausencia de una prueba pericial psicológica para conocer la repercusión de dichos hechos sobre la menor, aunque resalta que durante el juicio no parecía verse perturbada por los mismos.

Admite el tribunal que en un momento dado, la niña arrojó el taco sobre la mesa de billar de forma nerviosa y se alejó pero según relata el juez previamente el acusado la había reñido por no saber colocar los dedos para deslizar el palo.