Cooperación internacional

De basura de los Juzgados a ropa y material escolar para niños peruanos

Madre Coraje es una ONG que recauda dinero a través del reciclaje. Gracias a los tóner vacíos de los edificios de la Audiencia y los Juzgados de Zaragoza, han podido enviar 450 kilos de materiales de ayuda hasta Perú.

Tóner vacíos en la central de Madre Coraje.
Tóner vacíos en la central de Madre Coraje.
M. C.

Antes de tirar algo a la basura Rosalina Fernández Simón se toma unos minutos para consultar con sus colegas de Jerez de la Frontera, donde se ubica la sede central de Madre Coraje. “Siempre les llamo, muchas cosas pueden tener alguna utilidad sin que yo lo sepa”, confiesa esta mujer, representante de la Asociación Madre Coraje en Zaragoza desde 2009.


Esta ONG se dedica a ayudar a niños en Perú. No lo hacen pidiendo dinero: sus recaudaciones provienen de material reciclado. Y una parte importante sale de los edificios de la Audiencia y los Juzgados de Zaragoza.


Haca poco más de un año, en abril de 2010, Rosalinda llegó a un acuerdo para recoger los tóner vacíos de esas sedes, donde antes “incluso debían pagar para deshacerse de ellos”, como recuerda la colaboradora.


Desde entonces, se han reciclado en Aragón alrededor de 1.200 cartuchos, aproximadamente 450 kilos de estos materiales. La donación económica que recibe Madre Coraje del reciclaje ha posibilitado hacer frente a los gastos de envíos -unos 1.500 euros- de 10.000 kilos de material escolares, alimentos, medicinas y ropa etiquetada a comunidades desfavorecidas de Perú, con las que Madre Coraje lleva colaborando 20 años.


“Es una ONG muy transparente, están acreditados como empresa de gestión de residuos y siempre conocemos las cuentas y los proyectos al detalle”, afirma Rosa, que explica cómo funciona esta organización: “Utilizamos objetos que pueden ser basura para la gente. No solo los tóner, también radiografías, de las que se aprovechan las sales de plata. He mandado máquinas de escribir, de coser, móviles, medicamentos no caducados...”.


En los Juzgados ha colocado carteles donde promociona su iniciativa -y la de Madre Coraje- y pide la colaboración de los funcionarios. Una vez al mes, con la ayuda de otros voluntarios, recoge y empaqueta el material. Un servicio de transporte de la ONG se encarga de llevarlo hasta Jerez, a la sede principal de la organización.


“Antes de colaborar, Antonio (Gómez Moreno) me explicó todos los métodos que tienen para certificar que la ayuda llega... Él es el fundador. Después de un viaje a Perú, desde el avión que le traía de vuelta a España, observó que muchísimos niños recogían basura”, dice Rosalinda.


Gómez se preguntó en voz alta cómo podía ayudar a esos niños y una pasajero que iba a su lado le dio la respuesta: “Mandándonos lo que sobra allá”.


Así nació Madre Coraje, que recibe su nombre de María Elena Moyano, una peruana que dedicó su vida a buscarle vivienda digna y alimentos a sus compatriotas más desfavorecidos hasta que fue asesinada por el grupo terrorista Sendero Luminoso en 1992.