Cientos de personas se reúnen en Zaragoza para ver el eclipse de luna

Más de 300 personas se reunieron ayer en el parque zaragozano de Torrerramona para observar uno de los eclipses totales de luna más espectaculares de los últimos años. Estaba previsto que comenzara a verse sobre las 21.00, pero la alargada sombra de la Tierra sobre el satélite apareció en el cielo de la capital aragonesa más de una hora y media después. «Como previó la Agencia Estatal de Meteorología, en el noreste peninsular hubo nubes que la tapaban», explicó Ginés Segovia, presidente de la Sociedad Astronómica de Zaragoza.

Pero a las 22.43, en el momento álgido del eclipse, todas las personas que esperaban con incertidumbre se pusieron en pie porque por fin se veía la luna. «¡Ahí está!», dijo Ana Muñoz. Aunque a otros les costó más contemplarla porque la luz de una farola no dejaba vislumbrarla perfectamente.

Los miembros de la Sociedad Astronómica de Zaragoza prepararon varios telescopios, prismáticos y un refrector que sirve para hacer fotografías con precisión. En esta ocasión presentó un tono rojizo, debido a la ceniza volcánica lanzada a la atmósfera por los volcanes de Islandia y Chile. Aunque para observar estos eclipses no se precisa ningún instrumento así que todos pudieron verlo.

María José Laguardia estaba emocionada por haberla visto. «La luna me influye en mi estado de ánimo», afirmó. Unos metros más allá estaba Manuel Navales, el fundador de la Agrupación Astronómica Aragonesa, observando a Saturno. «¡Se ve genial el anillo!», aseguró mientras lo miraba.

Muchos niños tampoco se quisieron perder este espectáculo celestial. Gloria Fernández llevó a sus hijos Martín y Julia Rodrigo, de 14 y 11 años, al parque. «Así aprenden lo que es un eclipse lunar», señaló.

Calatorao mira al cielo

En Calatorao los vecinos también salieron a la calle para mirar al cielo. Unos 60 se reunieron para ver este fenómeno, que no se repetirá hasta el próximo 10 de diciembre, pero este no se verá en España.