OPERACIÓN CATERPILLAR

Desarticulada una banda que robaba maquinaria de construcción por encargo

Entre los detenidos hay empresarios, que se aprovechaban de su actividad legal en el sector para facilitar los delitos.

Una de las máquinas robadas y recuperadas por la Guardia Civil.
Desarticulada una banda que robaba maquinaria de construcción por encargo
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La Guardia Civil ha detenido a once personas que formaban un grupo organizado asentado en Aragón, dedicado a robar maquinaria pesada de construcción y venderla después en el extranjero a través de internet. Entre los arrestados hay varios empresarios del sector que compaginaban su actividad legal con la ilegal. Los agentes han conseguido recuperar vehículos cuyo valor supera el millón de euros.


La operación Caterpillar, llevada a cabo por la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Teruel en colaboración con otras unidades, se ha saldado con diez españoles detenidos, -ocho de ellos en Zaragoza, uno en Teruel y otro en Jaén-, y un ciudadano portugués que fue localizado en Badajoz. También hay tres personas más imputadas. Al grupo se le atribuye delitos de asociación ilícita, robo con fuerza, apropiación indebida, falsificación documental y amenazas.


Los arrestados son J. F. R. S., de 45 años, M. V. V. M., de 35; C. A. F., de 39; A. A. F., de 44; C. C. M., de 46; A. P. L., de 34; R. A. M., de 40; J. A. V. S., de 55; todos residentes en Zaragoza; J. J. G., de 32, de Teruel, y F. J. H. R., de 38, de Jaén, y el portugués F. M. M. P., de 44.


Según informó ayer la Comandancia de la Guardia Civil, la maquinaria se vendía en países como Rumanía, Holanda, Francia o Portugal, lo que ha dificultado el seguimiento de los vehículos.


Las investigaciones comenzaron en septiembre de 2009 tras denunciarse el robo de una motoniveladora y una retroexcavadora de las obras de la N-232, en el término turolense de Monroyo, raíz del cual un trabajador de la construcción presentó una denuncia por amenazas.


Tras las primeras pesquisas, los agentes detectaron que había un grupo de personas, residentes en Aragón, que operaba principalmente en Zaragoza, Teruel, Badajoz, Jaén y Granada. Aprovechando su actividad laboral dentro del sector, localizaban la maquinaria, bien a petición de un comprador que quería un vehículo concreto o bien buscando en una obra sin vigilancia y que no tuviera actividad nocturna ni durante el fin de semana. Después, disponían lo necesario para consumar el robo y transportaban la máquina con camiones especiales (contratados o de la propia empresa del presunto delincuente), y falsificaban la documentación para regularizar el transporte y salvar así los posibles controles.


Tras vender el vehículo que podía ser incluso de su propiedad, denunciaban su robo para cobrar las indemnizaciones del seguro. Los agentes han conseguido recuperar diez máquinas, seis sustraídas en Noalejo (Jaén) y recuperadas en Portugal, y otras dos robadas en Monroyo y que han sido localizadas en Rumanía.