ACCIDENTE DE UN AUTOBÚS DE GM

Una mala situación en el carril y un exceso de velocidad pudieron causar el siniestro

Los técnicos analizarán el tacógrafo y el vehículo para averiguar cómo ocurrió el accidente del autocar de la GM.

Un posicionamiento erróneo y un exceso de velocidad son las dos causas que, conforme pasan las horas, cobran más fuerza para explicar las razones del accidente de tráfico sufrido el pasado viernes por un autobús de Therpasa, en el que viajaban 37 trabajadores de la planta de General Motors en Figueruelas y el conductor. El vehículo cubría la conocida como ruta 1 del barrio de La Almozara, y ya había entrado en el casco urbano de Zaragoza cuando se produjo el percance. Concretamente, en la avenida de Soria, que es la prolongación de la A-68 en la ciudad.

Según relataron testigos y protagonistas del siniestro, el autocar circulaba por el carril situado más a la derecha de la calle, y que obliga a girar hacia la avenida de Navarra, y a su izquierda transitaba un turismo, que intentó doblar a la derecha -como le permitía su carril- para dirigirse al vestíbulo de llegadas de la estación de Delicias. Al maniobrar, el autobús -que, por las huellas parece que siguió recto- le golpeó en el lateral derecho. Descontrolado por la colisión, el conductor ya no pudo rectificar la maniobra y el autocar chocó contra dos semáforos, una farola, remontó una mediana, rompió la valla que delimita la parte superior de la dársena de la estación de autobuses y cayó desde un desnivel de diez metros a la zona ajardinada. La fortuna quiso que "aterrizara" sobre sus ruedas en la tierra y se mitigara considerablemente el daño a los pasajeros y al conductor.

Según fuentes vinculadas a la investigación, lo más importante en este caso es saber qué posición ocupaba cada vehículo, lo que puede conocerse con relativa facilidad por las huellas dejadas en el asfalto y por el análisis de los golpes sufridos tanto por el turismo como por el autobús y por los elementos que se llevó por delante. El tacógrafo será el que indique sin dudas la velocidad que llevaba tanto en ese tramo como en todo el trayecto desde que comenzó el viaje. "Es evidente que era elevada pues, de otra forma, no se pueden derribar tantos obstáculos por el camino y llevar la suficiente inercia para volar por el aire más de veinte metros", señalaron estas fuentes.

Los agentes de la Policía Local tomaron declaración al conductor del turismo Mitsubishi, que se sometió voluntariamente a la prueba de alcoholemia y dio un resultado de 0,0.

Desde el momento en que se produjo el siniestro, los servicios de emergencia y policiales de la ciudad se movilizaron con una perfecta coordinación y se logró que en apenas media hora estuviera controlada la situación, tanto de asistencia médica como de vías habilitadas para dar prioridad a las ambulancias que trasladaron a los 38 heridos a los hospitales de la ciudad. Los Bomberos montaron un puesto de socorro avanzado en el que prestaron las primeras asistencias y clasificaron por su gravedad a los pasajeros, 23 de los cuales continuaban ayer ingresados.