TRIBUNALES

El acusado por el crimen de la calle Moncasi dice que la víctima le acosaba

Ha reconocido haber mantenido una relación con la víctima, a través de contactos telefónicos, aunque ha recalcado que solo se vieron una vez en octubre o noviembre de 2006.

Francisco L.A., a la derecha, en la Audiencia Provincial de Zaragoza
El acusado por el crimen de la calle Moncasi dice que la víctima le acosaba
VíCTOR LAX

Francisco L.A., acusado de matar a su amante con más de 50 cuchilladas, ha defendido su inocencia ante un jurado popular, con una declaración cargada de contradicciones y confusiones, en la que llegado a afirmar que era la víctima quien le acosaba y le pedía "que hiciera cosas" con las que se sentía humillado.


El juicio por este crimen ha comenzado en la Audiencia Provincial de Zaragoza con la constitución del jurado popular y la declaración del único acusado, un hombre de 39 años que ha reconocido haber mantenido una relación con la víctima, a través de contactos telefónicos, aunque ha recalcado que sólo se vieron una vez en octubre o noviembre de 2006.


Los hechos ocurrieron unos meses después, el 22 de enero de 2007, en el piso donde residía la víctima, Francisco José L.G., ubicado en la calle Moncasi de la capital aragonesa, donde ambos se encontraron después de haber contactado a través de la sección de contactos de un canal de televisión local.


El encausado ha explicado que la misma mañana del asesinato envió cuatro mensajes a la víctima para quedar y, aunque obtuvo una respuesta afirmativa, al final no pudieron verse por causas que no ha recordado.


Según la Fiscalía, ese encuentro sí se produjo y tras mantener ambos relaciones sexuales, cuando la víctima fue al baño para ducharse, el acusado -sintiendo asco por lo ocurrido- fue a la cocina a buscar un cuchillo con el que asestó más de 50 puñaladas a su amante, un albañil de 54 años.


Francisco L.A. ha negado su participación en estos hechos y ha subrayado que él es incapaz de hacer algo así a una persona, sobre todo porque no tenía motivos ni tampoco enemistad con la víctima, aunque sí ha remarcado que le presionaba para hacer "cosas" que no le gustaban, que le hacían sentirse humillado y no le gustaban.


Ha apuntado que los agentes de la Policía Nacional le presionaron durante las sucesivas declaraciones para que dijera que era el autor de los hechos, llegando incluso a insultarle y a asegurarle que tenían suficientes pruebas contra él, pero su abogado ha subrayado que no existe ninguna prueba contundente y ha llamado al atención sobre el hecho de que se enfrenta a una pena de 18 años de cárcel y está en libertad actualmente.

Una agenda con más de 400 contactos


El letrado, José Luis Melguizo, ha denunciado las "irregularidades" llevadas a cabo en esta investigación y ha apuntado que la víctima tenía una agenda con más de 400 contactos y diez personas poseían llaves de su domicilio.


Además, ha agregado que tenía relación con personas consumidoras de cocaína, por lo que pudiera tratarse de un ajuste de cuentas, y ha indicado también que en la bañera de la víctima se encontró una huella que no fue suficientemente tenida en cuenta y que pertenece a una persona del círculo más próximo a la víctima.


También ha hecho referencia a otra persona, la última que vio con vida a Francisco José L.G., un joven a quien la víctima amenazaba con decirle a su padre que era homosexual y quienes mantuvieron numerosos contactos telefónicos en los días anteriores al asesinato.


El acusado, una persona con problemas de memoria y de comprensión a raíz de un accidente de tráfico sufrido cuando tenía once años, ha respondido a las preguntas de la fiscalía, de la acusación particular -ejercida por el abogado Amalio Sánchez- y de su defensa con dificultades y con numerosas contradicciones sobre los mensajes enviados o lo que hizo con el teléfono móvil que utilizaba para comunicarse con la víctima.


La fiscalía solicita una pena de 18 años de cárcel para Francisco L.A., que la acusación particular eleva hasta los 23 años y seis meses, mientras que la defensa pide la libre absolución al entender que no tiene relación alguna con estos hechos.


El juicio continúa mañana con la declaración de varios agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de cinco testigos, entre ellos la ex pareja del acusado, una mujer con la que ha tenido dos hijos.