Tres asociaciones se han unido con un mismo fin: recaudar fondos por medio de un rastrillo, inaugurado ayer, para mejorar el aspecto de la Colegiata Sta María la Mayor de Caspe. La primera meta es restituir la verja que, hasta mediados del pasado siglo, tenía la puerta del Caritatero, restaurada en 2009. La idea surgió hace ahora un año con motivo de la exposición que la Asociación de Amigos del Castillo organizó en el templo para conmemorar el centenario de la declaración del pórtico como monumento nacional.

Fue entonces cuando la Asociación de la Mujer Caspolina y la Fundación Sarabastall decidieron aunar esfuerzos en beneficio de la Colegiata encaminados a recuperar elementos arquitectónicos hoy desaparecidos, todo ello con la vista puesta en el año 2012, cuando se va a conmemorar el 600 aniversario del Compromiso.

Esta unión fue el germen de la organización de un rastrillo solidario, iniciativa que hace unos años ya puso en práctica el citado colectivo de la mujer. Tuvo tanto éxito que pudieron reponerse las vidrieras de la Colegiata.

Con este precendente, una persona vinculada a las asociaciones cedió de forma gratuita un céntrico local y allí numerosos caspolinos llevaron todo tipo de objetos y ropajes, así como libros y pequeños electrodomésticos. Se clasificaron y se han puesto a la venta por un módico precio.

"Contamos con todos", dijo María Pilar Lasheras, que actuó como portavoz en la inauguración. "Queremos aportar nuestro grano de arena como ciudadanos", añadió para luego destacar que les gustaría contribuir a la creación de un pequeño museo para mostrar las obras de arte. El rastrillo estará abierto los jueves y viernes de 17.00 a 19.00 y los sábados de 11.00 a 13.00. El resto de la semana se recogerá material para reponer lo vendido.