ATENUANTES

Rebajan la pena a un ludópata por su adicción al juego y por reparar el daño

El adicto había usado fraudulentamente la tarjeta de combustible de su empresa, a la que causó un perjuicio de 2.285 euros.

La Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a tres meses de prisión y al pago de una multa de 180 euros a Rubén B. M., un hombre adicto al juego que usó fraudulentamente la tarjeta de combustible de su empresa, a la que causó un perjuicio de 2.285 euros. El tribunal ha tenido en cuenta su problema de ludopatía y el hecho de que ha devuelto el dinero que estafó para rebajarle la pena de seis meses que pedía el fiscal a tres.

El acusado trabajaba para una empresa de transportes, la cual le había facilitado una tarjeta Solred para comprar combustible. La sentencia de la Sección Primera considera probado que durante los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2008 Rubén B. M. ofreció a 52 conductores la posibilidad de pagar el importe de la gasolina con la tarjeta, a cambio de que ellos le dieran en efectivo la mitad de lo que costara.

Todos ellos aceptaron y, en total, hizo un gasto con la tarjeta de 2.285 euros, lo que quiere decir que él consiguió 1.142 euros en metálico que empleó en el juego.

Durante el juicio, el acusado reconoció todos los hechos y alegó que se encuentra en tratamiento en Azajer (asociación que ayuda a superar las adicciones y que actualmente está recogiendo firmas para no tener que cerrar por falta de ayudas). El tribunal estimó que su ludopatía supone una merma del control de sus impulsos y de su voluntad. El fallo recoge que el Tribunal Supremo tiene declarado que la característica de los jugadores patológicos radica en su "compulsión al juego en el que participan de forma ansiosa sin poder cortar con el hábito que ha creado en ellos una dependencia psicológica". Por eso, aplica la atenuante de alteración psíquica y la de reparación del daño.