Belloch deja el agua y la basura en el IPC y dispara los impuestos a las grandes empresas

El PSOE no ha tenido más remedio que ceder. Pese a su propósito inicial de incrementar las tasas medioambientales hasta el 5%, muy por encima del coste de la vida, ha rectificado ante la negativa de CHA e IU a subir los tributos por encima de la inflación. Finalmente, como la mayoría de los impuestos, el aumento será del 1,9%. Pero esa no es la única concesión que ha hecho el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch: asume la propuesta de IU de aplicar una subida de los Impuestos de Bienes Inmuebles (IBI) y de Actividades Económicas (IAE) de más de un 20% a las grandes empresas.

Esta circunstancia ha molestado al PAR, socio de gobierno de los socialistas, que rechazaba llegar a un aumento tan importante del IBI y el IAE para las grandes empresas y solo aceptaba, como máximo, un 10%. La concejal aragonesista Elena Allué dejó claro que "habrá que negociar hasta el pleno". "En un momento de crisis hay que lanzar otro mensaje a las empresas, que son las que generan empleo", afirmó. A pesar de que los aragonesistas dieron el sí a los impuestos en la Junta de Gobierno, avisaron de que en el pleno podrían votar en contra si se mantienen estos porcentajes.

La propuesta plantea una subida media del 1,9% para los impuestos y tasas, una décima por encima del IPC de agosto. El vicealcalde y concejal de Economía, Fernando Gimeno, asumió que las ordenanzas vienen impuestas por CHA e IU: "El gobierno ha intentado que las tasas medioambientales subieran más, pero no hemos tenido éxito".

Recargo a los no empadronados

Por otro lado, el Ayuntamiento tiene previsto aplicar un recargo de hasta un 50% en las tarifas de los servicios públicos a aquellos usuarios que no estén empadronados en Zaragoza. Esta opción ya aparecía recogida en las ordenanzas fiscales de 2010, con un porcentaje del 10%. No obstante, este recargo tenía muchas dificultades de aplicación y las seguirá teniendo. Solo la extensión de la tarjeta ciudadana permitirá al Ayuntamiento cobrar ese recargo.

Pero la polémica se centró ayer en la subida de los impuestos a las grandes empresas, en la que se han impuesto en gran medida las tesis de IU. En concreto, se incrementa el tipo del IBI un 20% a los inmuebles urbanos no residenciales con un valor catastral mayor a un millón de euros. La medida afectará a más de 400 empresas y supondrá una recaudación extraordinaria de 2,59 millones.

Respecto al IAE, que pagan las empresas que facturan más de un millón de euros, se elevan los coeficientes en algunas categorías (las que afectan a las calles más céntricas y a los centros comerciales y polígonos de la periferia) y se suprimen las deducciones. Las subidas oscilarán entre el 20% y el 51,52%, aunque el gobierno insistió ayer en rebajar ese porcentaje a un 16% de media. Por este concepto, el Ayuntamiento podría recaudar 2,89 millones más. También se duplicará la tarifa de los cajeros automáticos, que pasa de 535 euros a 1.070.

Gimeno aclaró que "al final las empresas no pagarán más, porque tanto el IBI como el IAE se pueden deducir del Impuesto de Sociedades". "Por lo tanto, es un impuesto para el Estado", declaró. CHA aceptó la propuesta del gobierno, aunque su portavoz, Juan Martín, expresó sus dudas respecto al aumento del IBI para las empresas, que calificó de "muy fuerte". José Manuel Alonso, de IU, justificó estos incrementos en la necesidad de que "paguen más los que más pueden".

La portavoz del PP, Dolores Serrat, cargó con dureza contra la propuesta, que calificó de "injusta" e "inapropiada". Recordó que gravar a las grandes empresas repercutirá en el empleo. "La mayoría de las empresas que se verán afectadas son las que generan más puestos de trabajo", afirmó.