El tráfico de Zaragoza y todos los elementos que lo regulan -semáforos incluidos- están perfectamente vigilados desde el Centro de Control de Tráfico, que gestiona el Ayuntamiento. Allí, varios técnicos coordinan y controlan todas las incidencias e intentan dar fluidez a la circulación. Entre otras cosas, tratan de buscar la mejor sincronización para los más de 800 cruces con semáforos que hay en la ciudad.

La coordinación total es imposible, ya que hay un gran número de variables que condicionan la duración de los semáforos, tanto los de vehículos como los de peatones. Para empezar, uno de los impedimentos está en el número de semáforos que hay en Zaragoza, alrededor de 10.000. Se calcula que son el doble de los que necesitaría la ciudad, ya que hay un cruce con semáforo por cada 1.000 habitantes (800 en total), cuando en la mayoría de las ciudades hay uno por cada 2.000 personas.

Además hay que tener en cuenta los pasos de cebra, que deben tener una duración determinada para que dé tiempo a cruzar. Los ciclos permiten cruzar a personas que anden a 0,7 metros por segundo, una velocidad bastante lenta. Que las vías sean de doble sentido o no, la distancia entre las intersecciones... son otras de las variables que condicionan los ciclos de los semáforos.

Con todo ello, la regulación de los semáforos se convierte en un complejo sistema en el que la más mínima variación hace que todo pueda cambiar. Por ejemplo, si se modifica la circulación por el paseo de María Agustín en uno de los sentidos para evitar paradas, en el contrario los coches tendrían que detenerse siete veces en vez de dos.

Para mejorar este sistema de gestión, el Ayuntamiento está invirtiendo más de 6,3 millones de euros. Dos de las partidas se sufragan gracias al fondo estatal de este año. La construcción de una red de telecomunicaciones para los semáforos (1,9 millones de euros) y la construcción de un sistema de aforos compuesto por espiras, detectores inalámbricos y visión artificial (2,9 millones) situarán a Zaragoza como ciudad puntera en la gestión del tráfico.

Además, se va a contratar una asistencia técnica por 1,5 millones para gestionar durante los próximos cuatro años estos nuevos elementos tecnológicos. Permitirá interpretar y gestionar los datos que se obtengan con estas nuevas herramientas.