TESTIMONIO

"Esta misma tarde salimos hacia Cuenca"

Ismael bajó ayer de su autocaravana a estirar un poco las piernas. Eran las doce menos cuarto de la mañana y había salido de Jaca dos horas antes junto con su familia. Su primera parada al llegar a Zaragoza: el parquin situado entre la avenida de Pirineos y la calle de Palencia. A su lado se encontraban aparcados otro siete vehículos similares, todos extranjeros: República Checa, Francia, Italia...

Ismael explicó que es el segundo año que él, su mujer y sus dos hijas cogen la autocaravana para irse de vacaciones. Esta vez han optado por recorrer el Pirineo durante una semana. "Y esta tarde ya nos vamos. Tenemos que ir hasta Teruel y de allí, a Cuenca, que es de donde procedemos", señaló. Así que no pasaron ni una noche en la capital aragonesa.

Estos dos años al volante de su caravana le han hecho aprender cómo hay que actuar en cada caso. "Cuando llegamos a un sitio nuevo siempre buscamos otras caravanas para aparcar la nuestra", señala. Es una cuestión de seguridad. Este tipo de vehículos tienen un coste bastante elevado y, además, suelen ser un foco de atracción para ladrones, ya que se supone que en su interior hay objetos de valor.

Pero por precaución, Ismael siempre acude a la oficina de turismo de la ciudad para preguntar en qué zona se puede dormir con la autocaravana. En algunos municipios les remiten a los cámpines, en otros a zonas especialmente habilitadas para ello. Ayer no hizo esa pregunta al llegar a Zaragoza, ya que solo se encontraba de paso, pero de haberlo hecho la respuesta era clara: en Aragón está prohibida la acampada libre y deberían haber acudido al campin.